Acerías Berisso cerró sus puertas, adeuda sueldos y no permite el ingreso a más de 50 trabajadores
La histórica empresa adeuda sueldos, aportes patronales y decidió violar la Conciliación Obligatoria.
Hace más de 50 años que Acerías Berisso es casi un símbolo de su comunidad. Desde hace un mes y medio adeuda sueldos a más de 50 trabajadores y amenaza con despidos masivos. Tras un conflicto con sus operarios, el ministerio de Trabajo declaró la conciliación obligatoria. Sin embargo, "la empresa decidió no abrir sus puertas y violar la conciliación obligatoria", segun fuentes gremiales.
Esta histórica planta se dedica a diversos procesos metalúrgicos de fundición eléctrica de hierro, aceros, y aleaciones especiales.
“En sus comienzos se dedicó principalmente a la fabricación de matrices y moldes para la industria del vidrio. Actualmente abastece a empresas argentinas y del Mercosur de ramas tan diversas como: cristalera, GNC, minera, petrolera, papelera, agrícola, vial, autopartistas, plástico, naval, y energéticas. Fabricamos piezas en hierro gris aleado, aceros de baja aleación, inoxidables y refractarios, nodular, aceros especiales, acero al manganeso, Bronce al aluminio (Minox) y vermicular”, señala la empresa en su sitio web.
Su planta industrial tiene 2.000 metros cuadrados y se ubica en 128 entre 61 y 62 de Berisso. Son reconocidos por ser líderes en la fabricación de moldería para la industria del vidrio, para hacer toda clase de botellas.
Acerías Berisso era una empresa familiar que pertenecía a la familia Dudiek, hasta hace dos años que sumó a uno de sus principales clientes como socios. “Eliana Repicky entró como dueña y sumó a Ricardo Gerosa para llevar adelante la producción. Cambiaron los métodos, la composición del fierro y esto ocasionó pérdidas para la empresa. Además la acería se convirtió en un taller que fabrica piezas para el armado de compresores de la empresa quilmeña Repicky. Veníamos mal, habían despedido a compañeros y sin decirnos nada, llegamos un día y nos encontramos con las puertas cerradas y el portón soldado”, contó Carlos Lazarte un trabajador y delegado de la UOM con 18 años de antigüedad en la empresa.
La situación con el correr de los días fue empeorando. Primero les dieron licencia con goce de sueldo, pero cuando llegó la fecha del pago de la quincena no pagaron. Tras una audiencia en el ministerio de Trabajo bonaerense decidieron volver a abrir con una dotación mínima de 12 trabajadores, con la idea de ir reincorporando a más operarios. Los trabajadofes aceptaron la promesa con tal de no perder el trabajo.
Ante la falta de pago de salarios, todos los trabajadores se presentaron el jueves a trabajar, pidieron tareas y que les paguen. “No nos dieron respuesta, entonces nos quedamos en la planta haciendo retención de tareas. Apenas se enteraron, vinieron todos a apoyarnos, nuestras familias, compañeros, amigos y nos respaldaron de varios sindicatos”, contó el delegado a BAE Negocios.
El ministerio de Trabajo bonaerense dictó el lunes la Conciliación Obligatoria para retrotraer toda la situación. Los trabajadores desalojaron la planta, pero el martes cuando volvieron a trabajar se encontraron con la planta cerrada y la decisión de la empresa de incumplir la Conciliación. El miércoles hubo una nueva audiencia ante el ministerio de Trabajo y la empresa no se presentó.
Los trabajadores denuncian “el mismo lunes que se dictó la Conciliación fueron a la tarde con un camión y se llevaron las matrices y materia prima que usábamos para trabajar. Es una situación angustiante, la mitad de los trabajadores tiene más de 20 años de antigüedad, el resto tiene entre 5 y 10 años en la acería. Con los dueños históricos siempre trabajamos bien, ellos sabían como manejar la empresa”, explicó el trabajador.
El reclamo de los trabajadores es la urgente reincorporación, el pago de salarios adeudados y el pedido de regularización de los aportes patronales. “Tenemos obra social gracias a la UOM pero no nos hicieron ni los aportes”, denunciaron.
