Acorralado, el diputado de PRO Francisco Sánchez da marcha atrás con el pedido de pena de muerte
El legislador neuquino le envió una carta al jefe de la bancada de diputados de su partido, Cristian Ritondo, tras el reclamo del Frente de Todos para que repudie los dichos.
Sin margen para mirar hacia otro lado, parte de la dirigencia de PRO se despegó del pedido del diputado Francisco Sánchez para que los delitos de corrupción se castiguen con pena de muerte, en una clara alusión a la vicepresidenta, Cristina Kirchner. El reclamo del Frente de Todos para que el partido que comanda Patricia Bullrich repudie dichas declaraciones, sumado a las críticas de sus propios compañeros, finalmente empujó al legislador neuquino a dar marcha atrás, aunque a medias, con lo que había defendido con uñas y dientes hace poco más de veinticuatro horas.
Lo que hace algunas semanas había pasado casi desapercibido para muchos, aún cuando desde el oficialismo presentaron proyectos para expulsar a Sánchez del cuerpo, esta vez tomó otro cariz. A regañadientes y muy a su pesar, Sánchez no tuvo otra opción que dar una respuesta a su partido, luego que desde el bloque de diputados del Frente de Todos reclamaron a Bullrich, y al jefe de la bancada de PRO, Cristian Ritondo, que repudiaran los dichos del legislador neuquino.
“Quiero señalar que las manifestaciones que he realizado, se encuadran dentro de la función que desempeño y que, como espero sepan, está amparada por la Constitución Nacional en su artículo 68”, dijo Sánchez en una carta que envió esta noche a Ritondo, quien horas antes se encargó personalmente de hablar con el legislador y Bullrich, así como también de dejar en claro, durante una conferencia de prensa en el Anexo del Congreso, que no compartía lo que había dicho su compañero de bancada sobre la pena de muerte.
“Teniendo en cuenta la gravedad de la situación social en Argentina, derivada de la crisis económica y de los permanentes agravios a las instituciones republicanas, considero atendible el pedido de evitar la continuidad de manifestaciones que puedan afectar la sensibilidad de personas individuales o colectivas, por lo que desistiré de impulsar un proyecto de estas características”, remarcó Sánchez en el último párrafo de su misiva.
Sin embargo, el diputado opositor se mantuvo firme en cuanto a la necesidad de debatir la posibilidad de instaurar nuevamente la pena capital. “Por supuesto no desconozco que nuestra Nación ha abolido la pena de muerte desde la Asamblea del año XIII y que nuestros valores culturales, devenidos de nuestra tradición cristiana, enaltecen la virtud del perdón y la reconciliación. Tampoco puedo ignorar que la Argentina le ha otorgado a la Convención Americana sobre Derechos Humanos rango constitucional, con lo que solo modificando nuestra Constitución Nacional podría avanzar una iniciativa del tipo planteado”, señaló. Y agregó: “Esta posibilidad se encuadra en lo que puede y debe considerar cualquier legislador, tal como por ejemplo también lo ha considerado la vicepresidente de la Nación al plantear una modificación al status autonómico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”
En PRO respiraron aliviados por la respuesta del diputado, aunque tres legisladores de esa fuerza dijeron a BAE Negocios que no están seguros de que Sánchez no vuelva a sorprenderlos en breve. Una de las cuestiones que más lamentaban por estas horas es que en el actual contexto “sus declaraciones alimentan la teoría del kirchnerismo y el Gobierno sobre los discursos de odio”, que tanto repelen desde Juntos por el Cambio.
Sánchez es conocido dentro de la bancada de PRO por sus posturas extremas en muchos temas. Uno de ellos es el de proponer que se reinstale la pena capital en la Argentina. "Doce años por robar impunemente es casi nada. El año pasado presenté un proyecto de ley para que este tipo de delitos sean considerados traición a la Patria. Merecen la pena de muerte, no una liviana prisión domiciliaria", dijo el diputado patagónico en su cuenta de Twitter, apenas los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola solicitaron los 12 años de condena para Cristina Kirchner. Casi de inmediato, presentó un nuevo proyecto en ese sentido.
Lejos de arrepentirse, Sánchez volvió sobre el asunto el miércoles último, casi una semana después del intento de asesinato de la titular del Senado. Una vez más, sostuvo que “más allá de las personas individuales habría que legislar de una manera muchísimo más dura de lo que está legislado hoy en el Código Penal para los delitos de corrupción agravada”, los cuales deberían castigarse con “la pena de muerte”.
La decisión del legislador neuquino de insistir con declaraciones de esa índole molestó a varios integrantes de la bancada de diputados de PRO, incluso al resto de los socios de Juntos por el Cambio, sin embargo prefirieron mantener el silencio hasta ahora. En especial, Bullrich, que tiene una visión parecida en algunos temas, tal es así que ella y Sánchez oficiaron como padrinos políticos de la agrupación de ultraderecha Jóvenes Republicanos, conocidos por colocar bolsas mortuorias en Plaza de Mayo durante una movilización contra el Gobierno.
Sólo Ritondo brindó una respuesta al Frente de Todos a través de una carta: “Aclaramos que desde el PRO consideramos a la pena de muerte una propuesta inconstitucional y completamente ajena a nuestros valores, también que en nuestra fuerza política respetamos las opiniones individuales y a título personal de nuestros legisladores, es por ello que le hemos solicitado al diputado que aclare sus dichos y adjuntamos su respuesta en la explica que la suya no era una propuesta dirigida a una persona sino que se trataba de un proyecto general pero que entendiendo la inconveniencia del mismo desistirá de su impulso”.
Bullrich, a quien también el bloque de diputados del oficialismo le envió una nota, prefirió no emitir opinión. “Con la carta de Sánchez y de Ritondo es más que suficiente, incluso más de lo que le habría gustado a Patricia”, dijeron cerca de la ex ministra de Seguridad.