La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) confirmó un paro nacional y una movilización al Congreso este miércoles en rechazo a los vetos del presidente Javier Milei sobre jubilaciones, moratoria previsional y la Ley de Emergencia en Discapacidad. La protesta se enmarca en una jornada nacional de lucha donde además habrá asambleas y marchas en todo el país.
En la Ciudad de Buenos Aires, el epicentro será el Congreso de la Nación desde el mediodía, luego de que los trabajadores se retiren de sus lugares de trabajo. La definición busca presionar a Diputados para que rechace los vetos presidenciales, en un clima de creciente conflictividad entre el Gobierno y los estatales.
En una carta enviada al secretario de Trabajo, Julio Cordero, ATE formalizó la medida y acusó al Gobierno de “pretender gobernar a fuerza de decreto y veto”, con un plan económico que —según la asociación— “replica el programa de la última dictadura cívico-militar”.

El gremio enumeró sus reclamos centrales: aumento salarial inmediato, reincorporación de despedidos, freno a privatizaciones y venta de inmuebles estatales, rechazo a la fusión y cierre de organismos públicos, restitución de fondos a las provincias y defensa de las cajas previsionales y del Fondo de Garantías.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, reforzó la convocatoria con un mensaje a través de las redes sociales en el que advirtió: “En las comunidades antiguas existían los Consejos de Ancianos porque se los consideraba poseedores de la sabiduría y experiencia. ¿Qué nos pasó para que hoy nuestros jubilados sean los más postergados?”.
Aguiar recordó que en 2015 la cobertura previsional alcanzaba al 97% de la población y denunció que los vetos presidenciales profundizan el deterioro del sector. Para ATE, la avanzada oficial no solo vulnera derechos adquiridos, sino que pone en riesgo la seguridad social de millones de personas.

El paro nacional de este miércoles se proyecta como una prueba de fuerza hacia el Congreso, en momentos en que Diputados debe resolver si respalda los vetos presidenciales o los rechaza. ATE y otras organizaciones del campo popular buscan que la legislatura se convierta en un dique frente al poder de los decretos.
La medida se suma a un ciclo de protestas que crece semana a semana, donde confluyen gremios, movimientos sociales y sectores de jubilados, con un eje común: cuestionar el rumbo económico del Gobierno libertario, sus recortes en derechos sociales y su plan de reducción del Estado.