La Cámara de Diputados aprobó la media sanción de un proyecto de ley impulsado por el mendocino Julio Cobos. La iniciativa propone pasar del actual huso horario UTC -3 al UTC -4, con el objetivo de acercar la hora oficial a la hora solar.

Según el texto, a partir del 1° de abril de 2026 habría que atrasar una hora los relojes. Luego, en septiembre, se volvería al huso UTC -3, generando una alternancia similar a la del viejo “horario de verano”.

Los argumentos a favor: salud, rendimiento y energía

Defensores del cambio sostienen que la medida permitirá reducir el "jetlag social", es decir, el desfasaje entre el reloj biológico y la hora oficial.

La investigadora del Conicet Andrea Pattini explicó que gran parte de la población inicia sus actividades sin luz natural, lo que afecta la salud y el rendimiento. También señaló que trabajar o estudiar a oscuras implica mayor consumo eléctrico, lo que encarece los costos energéticos.

"Adoptar el huso UTC -4 todo el año acercaría la hora oficial a la solar, mejorando la salud pública, el rendimiento académico y reduciendo el gasto en electricidad", sostuvo.

Las críticas: "Un error científico"

El científico y divulgador Diego Golombek fue tajante al rechazar el proyecto: "El proyecto de ley sobre husos horarios que llegó a Diputados es incorrecto. Primó la opinión sobre la ciencia", escribió en X.

Si bien coincidió en que Argentina debería estar en UTC -4, criticó la alternancia con el huso -3 en verano, porque "los cambios de horario siempre producen trastornos en el cuerpo y generan más accidentes". Según Golombek, países que aún cambian la hora están revisando la medida para quedarse todo el año en el huso correcto.

Opiniones desde la economía

El economista Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá, también cuestionó el proyecto. Señaló que el impacto energético sería "nefasto" y que la medida "nos hará gastar mucho más y exportar menos, porque habrá oscuridad en horas clave de actividad".

Un debate histórico: por qué Argentina está desfasada

Argentina se encuentra en UTC -3 desde 1970, pese a que su posición geográfica corresponde al huso UTC -4. Incluso, zonas del oeste, como Mendoza, rozan el UTC -5.

Históricamente, el país alternó entre husos para aprovechar la luz natural, pero quedó fijo en UTC -3, lo que genera amaneceres tardíos y jornadas escolares o laborales que empiezan de noche.

¿Qué falta para que sea ley?

El proyecto aún debe pasar por el Senado, donde podría recibir modificaciones. Si se aprueba tal como está, el primer cambio de hora sería el 1° de abril de 2026, con un regreso al UTC -3 en septiembre.