La condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la Causa Vialidad paralizó al país estas últimas horas. Desde el balcón en su casa en el barrio de Recoleta, miles de militantes acompañaron a la histórica dirigente política luego de la decisión del fallo. Mientras que se abre la posibilidad de una prisión domiciliaria, la palabra “proscripción" cada vez es más frecuente frente al hecho y en las redes sociales. 

Todo el proceso judicial que involucró a la expresidenta estos últimos años generó un fuerte rechazo por un sector de la sociedad. Incluso la dirigente de izquierda Myriam Bregman aseguró antes del veredicto de la Corte que era “grave” esta situación. 

En esa línea, aseguró: “Es grave porque, de confirmarse lo que se anuncia en cuanto a la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner, se está dando una restricción más en una democracia capitalista que ya está muy restringida”.

Otras figuras opositoras, como es el caso de Victoria Tolosa Paz, también rechazaron el fallo y lo calificaron de proscripción. “Estamos ante una situación de extrema gravedad institucional”, afirmó. “No hay democracia plena cuando hay proscripción. Basta de persecución. Basta de judicializar la política para disciplinar a quienes no se arrodillan ante los poderes concentrados”, remarcó. 

Por otro lado, la CGT fue contundente con su postura, y además de expresar su apoyo a la expresidenta, también denunciaron la proscripción de la líder política. “Cualquier fallo que ponga en cuestión las reglas democráticas, no hace más que alterar el normal funcionamiento institucional de la Nación", aseguraron.

La condena de la Corte Suprema hacia Cristina Kirchner se ratificó una semana después de que la  exvicepresidenta anunciara que iba a ser candidata a senadora en la Tercera Sección de la Provincia de Buenos Aires. La pena confirmada por la Justicia frustra los planes de presentarse a las urnas: enfrenta seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Cristina Kirchner pide prisión domiciliaria: las horas después a al decisión de la Corte

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) analizaron el movimiento que hizo la Justicia. “La maniobra de proscribir a referentes en el marco de las contiendas electorales es parte de una historia -que atravesó a la región y a nuestro país- y reedita el desprecio por las instituciones y la participación popular.”, sostuvieron en un comunicado oficial que publicaron en su página web.

En ese contexto, el organismo afirma que la proscripción política es “la prohibición o impedimento de participar en el proceso político de una persona o grupo debido a la identificación de estos como ‘enemigos públicos’, ‘enemigos del pueblo’ o ‘enemigos del Estado’”. 

El CELS también considera que la proscripción política es una manera de interferencia del Poder Judicial y una amenaza a la institucionalidad democrática. 

La proscripción al peronismo en 1955 es un claro ejemplo. Fue un antes y un después en la historia política argentina. Hubo persecución y represión contra el movimiento fundado por Juan Domingo Perón, ningún candidato podía presentarse a elecciones ni tampoco podía participar en la vía pública. De ahí nace la Resistencia peronista, un movimiento de lucha que culmina con el regreso de Perón luego de haber estado 18 años en el exilio. 

En abril de 2016, nueve años antes de su condena y frente a los Tribunales de Comodoro Py, Cristina Kirchner aseguró: “Ayer escuché a una señora decir que tenían que inhabilitarme de por vida para ocupar cargos públicos. La proscripción, otra vez en la Argentina. Qué poco originales”.