El Senado expulsó a Edgardo Kueider, con votos de LLA y bajas en el PRO
Los dialoguistas pegaron el volantazo y le dieron los votos al kirchnerismo para excluirlo de la Cámara. Al oficialismo no le quedó otra que adherirse al pedido de exclusión. Los dos factores clave que frustraron los planes del Gobierno y un comunicado de Macri que desdobló al PRO
“Si no los defienden ni los libertarios, ¿por qué nosotros?”, se planteó el bloque de la UCR en una reunión previa a que comience la sesión para tratar la expulsión del senador Edgardo Kueider, tras haber sido detenido en la Triple Frontera con más de 200.000 dólares sin declarar. De esta manera, el kirchnerismo se aseguró de los dos tercios para excluir al legislador y al oficialismo no le quedó más opciones que sumarse a la moción, a pesar de que, así, perdieron un alfil clave en la Cámara alta. Los intentos que orquestó la vicepresidenta Victoria Villarruel para evitarlo fueron frustrados por los bloques aliados: los dos factores que influyeron en el volantazo de último momento.
Mientras que el martes en Casa Rosada el presidente Javier Milei y su equipo festejaba el primer año de gestión, en el Senado, la vice -quien fue apartada de la celebración libertaria- recibió a un puñado de legisladores dialoguistas en su despacho para cranear una estrategia en común que permitiera ponerle un freno a la expulsión total y definitiva que planteó Unión por la Patria, y al mismo tiempo plasme un posicionamiento en rechazo a la situación de Kueider. “Algo hay que hacer”, protestaron cerca de la vice, puesto que al pedido de sesión de UxP se sumaron todos a dar quórum, por miedo a quedar pegados en el escándalo: “Fuerzan a que tengamos que sesionar el día que pide el kirchnerismo. Si ellos no decían nada, teníamos otra situación. (Luis) Juez (PRO) jugó esa carta”, criticó un allegado oficialista en diálogo con BAE Negocios.
Tras un aviso a Balcarce 50, Villarruel llamó a sesión para este jueves a las 11, con el pedido de exclusión que impulsó la bancada que lidera José Mayans y un pedido de suspensión que, en definitiva, era lo mismo que otorgarle a Kueider una licencia sin goce de dieta pero impuesta por la Cámara. El punto era que su banca quedara retenida así no asumía la camporista Stefanía Cora en su lugar, ya que el aliado libertario que entró por la lista del Frente de Todos. El asesor Santiago Caputo, además, presionó con un pedido para que se trate también el caso del senador de UxP Oscar Parrilli, quien mantiene una causa abierta por el Memorándum con Irán.
El panorama asomaba a que nada obtenga los dos tercios necesarios para concretarse: ni la expulsión, liderada solo por UxP, ni la suspensión, de la mano de los dialoguistas y el oficialismo. Tampoco el caso Parrilli. Sin embargo, horas antes de que comience transcurrió un pedido de la juez Sandra Arroyo Salgado para destituir a Kueider, en el marco de la investigación por un presunto enriquecimiento ilícito de la causa Securitas, el cual involucra el pago de sobornos a organismos públicos. Esto puso en crisis a todos los bloques: “¡No podemos ir en contra de lo que pide un juez!”, se lo escuchó decir a un senador hablando por teléfono en los pasillos del Congreso.
Del PRO la primera en anticipar su voto a favor de la expulsión fue Guadalupe Tagliafierri, larretista que frecuentemente juega codo a codo con el radical Martín Lousteau. El jefe de bloque amarillo, Luis Juez, adhirió, pero pronto salió un comunicado de la Mesa Ejecutiva pidiendo por la suspensión y dividió las aguas. El amague de los amarillos, sumado al volantazo de los radicales, fue suficiente para dejar solos y aislados a los libertarios.
La UCR lo definió a la hora de que comenzara la sesión, en una reunión de bloque. “No podemos votar en contra”, coincidieron. La decisión empezó a trascender ya para el mediodía. “El reproche, en coincidencia con la mayoría, es de que estamos convenidos de que los hechos que se le atribuyen al senador Kueider hacen merecimiento de una expulsión”, reveló finalmente Eduardo Vischi, jefe de bloque de la bancada radical, en el recinto.
Además de la presión por el pedido de Salgado, criticaron que Villarruel, en el tweet donde anunciaba que convocaba a la sesión, puso que era para “exhibir la mugre del Senado”. A eso se sumaron las declaraciones de Milei anoche en un stream con militantes: “Si es corrupto, que lo echen a patadas”, sentenció. “Los más pelucas que estaban por la suspensión no lo defienden, por qué nosotros lo haríamos”, analizaron los radicales.
“Tienen miedo de que Kueider hable y cuente cómo fue la votación de la Ley Bases. El pedido de suspensión es para salvarlo”, denunció la senadora peronista María Florencia López. Fue un argumento que repitieron todos los oradores del kirchnerismo, quienes denuncian que Kueider, ex integrante de UxP, vendió su voto al Gobierno. También había sido el elegido de Santiago Caputo y Karina Milei para presidir la Bicameral de Inteligencia, la cual perdió ante Lousteau. “Si fuera cierto que nosotros hacemos esto para ganar una banca, en cualquier caso la recuperaríamos, porque era nuestra”, ironizó Parrilli. “Queremos las bancas que nos robaron por plata”, agitó, en ese sentido, Mayans.
Frente a este escenario, los dialoguistas pidieron un cuarto intermedio antes de la votación que duró más de una hora, en el que decidieron dar de baja el pedido de suspensión. Pero no fue tan fácil: primero hubo un intento de levantar la sesión, liderado por una buena parte del PRO y la UCR con el oficialismo. Tras el recinto, Carolina Losada (PRO) y Villarruel le hacían gestos a los radicales que volvían a sus bancas para que regresen. Vischi le hizo un gesto a Lousteau para que se retire del recinto, y este último lo miró desorientado pero indignado. En un momento, los radicales y los libertarios desaparecieron. Para ese entonces, las fuentes del sector radical aseguraron que el número para expulsarlo se mantenía, pero seguramente el Gobierno “se llevaba alguno”. Los peronistas, impacientes, empezaron a golpear las mesas. Finalmente, regresaron, y el líder de los violetas, Ezequiel Atauche (LLA), aprovechó que faltaba su discurso de cierre para pedir otro cuarto intermedio en pos de “estudiar el desafuero” que pidió Salgado, al tiempo que empezaba a circular el pedido de Macri para insistir con la suspensión. No trascendió.
Los libertarios iban a quedar solos con su pedido y eso los acorraló. Presionados, decidieron elegantemente sumarle votos al pedido de los K. Atauche lo anunció una vez que obtuvo el OK de Casa Rosada: sin votos, el oficialismo se resignó a la exclusión definitiva.
La moción fue aprobada, finalmente, por 60 votos afirmativos, 6 negativos y una abstención. Los que votaron en contra de la expulsión fueron de Maximiliano Abad (rebelde de la UCR), cuatro del PRO, que siguieron la línea de Macri; Carmen Álvarez Rivero, Andrea Cristina, Alfredo Di Angeli y Martín Goerling; y Carlos Mauricio Espínola, de Unidad Federal. Se abstuvo Juan Carlos Romero, de Cambio Federal. Los ausentes fueron los santacruceños, José María Carambia y Natalia Gadano. No prosperó el pedido de Parrilli, que también necesitaba dos tercios para ser tratado.