Gremios industriales denuncian que el derrumbe de la actividad no tiene frenos
En el ámbito cegetista ilustran a sus pares respecto a que la situación crítica se plasma en caída productiva y despidos en todos los rubros. Para el Gobierno reservan una definición pragmática: "todas las variables económicas empeoraron desde diciembre"
En la previa al encuentro de la CGT con el titular de la secretaría de Trabajo Julio Cordero los gremios industriales remarcan que la situación del rubro fabril se resume en que “todas las variables económicas que había hasta diciembre este gobierno las empeoró”. El textual pertenece al secretario general de la UOM Abel Furlán, y es sólo una muestra de un relevamiento sobre actividad de la Confederación de Sindicatos Industriales (Csira).
Datos que incluso asume en parte la Casa Rosada, desde el informe de Avance del Presupuesto 2025 que estima una caída de la industria del 9,8% para este año. La misma supera el 7,5% de 2020 durante la pandemia y la caída libre abarca la demanda con una merma del 17,2%, la mayor desde 2009 al presente, como ya consignó BAE Negocios siempre en relación al Presupuesto.
En el paper de la Csira consta que el 90% de las industrias empeoró su situación y el 95% cree que lo que viene será más duro, desde un relevamiento que confeccionó, para esa confederación, el Centro de Política Económica Argentina (CEPA). “Lo que está en juego acá es la industria nacional”, había dicho Furlán resñando que, desde el inicio de la gestión de Javier Milei, cerraron 10.000 pymes y que en la metalurgia hay 30.000 suspensiones. El informe de la Csira no sólo ofrece una tesitura de alerta roja para el Gobierno sino que se trazó hacia la CGT, que el jueves 25 a través de consejo directivo definirá los pasos a seguir.
Informe de la tempestadSegún consignó el portal Infogremiales el universo que abarca la confederación fabril abarca 61.728 empresas de 18 sectores, 1.097.693 trabajadores/as y de ellos 622.240 están sindicalizados. De diciembre al presente el 90% de las empleadoras asume que su situación económica empeoró. El 65% reconoce una caída de ventas superior al 15% por efecto de la recesión. Mientras que el 36,8% reveló que tiene el 40% de su capacidad instalada ociosa. A la hora de otros balances el 50% reporta un incremento del 30% de los costos, el 44% reveló problemas para abonar salarios, e incluso llegaron a desdoblar esa acreditación de sueldos. Sobre “estar al día”, sólo el 33% reveló prolijidad de pago con sus proveedores.
En el capítulo “expectativas” las percepciones van de mal en peor, el 95% asume que la situación se agravará y el 65% que la sanción de la Ley Bases es un agravante.
Los dichos de Furlán y la mirada de la Csira se trazan en un principio que décadas atrás selló otro metalúrgico Lorenzo Miguel, quien aseveró: “no hay solución gremial sin solución política”. Más allá de divisiones clásicas en el seno de la CGT todos sus referentes saben que el 80% de las empresas industriales despidieron trabajadores, o apelaron al frágil salvataje de las suspensiones. Un porcentaje que también corraboró en su informe la Csira.
Los gremios que mayor impacto han sufrido por las medidas económicas del gobierno incluyen a la Uocra sobre todo por el freno a más de 2.000 obras públicas; Smata en relación directa a la merma de las automotrices; los textiles (AOT) desde una caída interanual de producción del 35%; los ya nombrados metalúrgicos y el gremio maderero (Usimra) con una caída de producción en las pymes del 54%. Para quienes apliquen un zoom sobre el encuadre político de los sindicatos, se recuerda que la UOM y Smata están alineados al kirchnerismo pero en el debate cegetista hay "unidad de criterio" que “la caída libre es para todos”.
Furlán lo resumió con un parecer “los trabajadores y trabajadoras no somos responsables de ninguna crisis” y acotó “lo realmente grave es que están sometiendo al país a un saqueo”