Crece el malestar en los gremios por la deuda del Estado con las obras sociales
Sin datos certeros, la cifra supera los $5.000 M; la pandemia generó una fuerte baja en los ingresos
Entre las consecuencias de la pandemia, la crisis de las obras sociales respecto a falta de fondos y demandas de prestaciones impactó a los sindicatos sobre heridas abiertas y expuestas mucho antes. La deuda del Estado con el sistema de salud de los trabajadores registrados oscila en los $5.000 millones reseñaron a BAE Negocios fuentes gremiales.
El esquema de salud con base en sindicatos presta atención a 14.000.000 de personas y los insumos, aparatología, elementos sanitarios y demás, se elevaron en costos exponencialmente a causa del coronavirus.
Existen agravantes de la situación actual desde el prólogo al Covid: no hay registros prolijos de la deuda con los sindicatos, en este ítem, para los años 2017 y 2018. No obstante, fuentes gremiales destacaron que el Gobierno, a partir de la emergencia sanitaria intentó regularizar los pagos a través de la Superintendencia de Servicios de Salud, lo que abre la folclórica polémica sobre cuáles son los sindicatos que primero reciben ese dinero.
La extensa historia extensa en la distribución de fondos determina un hecho no usual: un sindicato decretó un paro por 24 horas para reclamar el dinero que el Estado adeuda. En efecto, La Fraternidad que comanda Omar Maturano dispuso la medida de fuerza para el próximo martes, en rigor de los $140.000.000 que acumuló como deuda esa organización en el ítem obras sociales.
No se trata de una excepción: la merma de aportes a sindicatos le pegó en la línea de flotación a los gremios. A tal punto que el mismo Maturano ironizó que en el estado actual varias organizaciones e incluso la suya están dispuestos a "entregarles las llaves de las obras sociales" al Gobierno.
No pocos jefes sindicales que integran el consejo directivo de la CGT respaldaron los dichos del maquinista y narraron escenarios similares en sus propias organizaciones.
"Sectores superavitarios son ahora deficitarios, y estamos hablando de la salud de nuestra gente", lamentó otra fuente, acotando que la gestión de Alberto Fernández "hace lo que puede, mientras que sus antecesores dicen lo que hay que hacer y no hicieron".
La voz cantante de Maturano incluyó una ironía al ser consultado sobre la falta de información precisa de registros sobre fondos de obras sociales en 2017 y 2018: "Si llega a pasar eso en un sindicato, de mínima tenemos un allanamiento y vamos presos".
A partir de la luz pública que tomó el paro de La Fraternidad, hay gestiones oficiales para tratar de arribar a alguna instancia reparadora. Se asume, en el análsis de la situación desde el Ejecutivo, que el dictado de una conciliación obligatoria por la huelga de maquinistas sería arrojar combustible al fuego.