La guerra contra la inflación alineó los planetas sindicales junto al Gobierno

La CGT y la CTA de los Trabajadores ya expresaron su adhesión a la convocatoria de Alberto Fernández para generar medidas contra el incremento de los precios. Mientras que la CTA Autónoma, que votó en disidencia en el Consejo del Salario sobre la definición del nuevo salario mínimo, debate sobre la invitación presidencial, estimando que dentro de su tónica de "no callar reclamos" estarán también en la Casa Rosada

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El encuadre estratégico de lo que el Presidente Alberto Fernández denominó como la “guerra contra la inflación” se concretará el lunes en la Casa Rosada con empresarios y sindicalistas. Allí se comenzarán a bosquejar líneas de acción directa para afrontar el impacto del incremento sostenido de precios en la economía nacional y por ende los salarios.

Desde su alineamiento a pleno con el Jefe de Estado la CGT ya anticipó su adhesión para la decisión presidencial de enfrentar a la inflación, ante el alud de subas que alertó y se vislumbra para el corto plazo, desde el registro de febrero en valor inflacionario del 4,7%.

 

“El Presidente nos planteó que el lunes va a hacer una convocatoria para empezar a conversar toda esta situación. Para encontrar así un tránsito hacia la formalización de acuerdos que permitan en nuestro país ir bajando el proceso inflacionario que viene deteriorando día a día los ingresos de los trabajadores, jubilados y todos los sectores tienen ingresos fijos”, reseñó el triunviro cegetista Héctor Daer en Casa de Gobierno tras la presentación del acuerdo por el nuevo haber mínimo que se aprobó el miércoles en el Consejo del Salario (CNS).

El titular de ATSA precisó que no se discutieron pautas para el encuentro del lunes sino que será el Presidente que trazó la convocatoria y la dinámica sobre la temática específica.

Alineamiento metalúrgico

También desde Azopardo donde ocupa la secretaría de Interior y a horas de haber rubricado su acuerdo paritario 2022, por 7 meses con el 45% de aumento, idéntico valor al que se aplicó para la suba del Salario Mínimo Vital y Móvil, el secretario general la UOM Antonio Caló fue “el primer adelantado” para anunciar su convicción de integrar las filas sindicales que avalan la iniciativa del Jefe de Estado: “vamos a acompañar al Presidente. Tenemos que sentarnos con los empresarios con responsabilidad sin sacar ventaja para encontrarle la vuelta a este serio problema”, había dicho Caló horas antes del CNS en diálogo con Radio Con Vos.

Luego de firmar su paritaria con las cámaras industriales metalúrgicas el titular de la UOM había remarcado a BAE Negocios su preocupación por la inflación y el deterioro salarial. Al incremento de precios lo relacionó también con la suba de los precios internacionales, a raíz del conflicto Rusia-Ucrania, sin perjuicio de asumir que bajo presión inflacionaria, “no alcanza ningún aumento a compensar lo que los trabajadores pierden respecto al poder adquisitivo, por la suba de los artículos y productos de primera necesidad”.

 

Por su parte, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, el diputado nacional Hugo Yasky, manifestó que “el Presidente anunció su voluntad de hablar con cada uno de los referentes del empresariado y de las centrales que forman parte del Consejo del Salario, y admitió que «la preocupación es contener el aumento de los precios”.

A consideración de Yasky la dinámica debe sostenerse para generar “un tipo de acuerdo que permita transversalizar entre el sector empresario, trabajadores y Gobierno para algunas medidas que se puedan tomar. Estamos urgidos en encontrar un camino de solución”.

CTA Autónoma y disidencia

Según pudo saber este diario, más allá de que votó en disidencia en el CNS y fundamentó su postura en cuanto a lo definido allí y la necesidad de poner el valor el haber mínimo, la CTA Autónoma también llegará a la convocatoria presidencial del lunes.
En esa central se debate el tema, porque la decisión es "no callar ningún reclamo", manteniendo a la vez los niveles de institucionalidad logrados después de un largo proceso de lucha desde antes de 2015 a 2019.

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