CONGRESO

La trastienda de la apertura de sesiones: faltazos, cruces y tensión con la oposición

El recinto tuvo claros por la ausencia de diputados, senadores y gobernadores en Asamblea Legislativa. Karina Milei con el bebé de Marcela Pagano. El destrato con Villarruel y los chispazos entre diputados y los invitados en los palcos; todo lo que no se vio

DRomero

El presidente Javier Milei inauguró las sesiones ordinarias 2025 en el Congreso en medio de un clima de creciente tensión con el Congreso y, como consecuencia, por primera vez en la historia la Asamblea Legislativa contó con un recinto prácticamente vacío. Al desplante del arco opositor legislativo se sumó la ausencia de 18 gobernadores y el aspirante juez la Corte Suprema designado por decreto, Ariel Lijo. Con todo, el destrato entre el jefe de Estado y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, quedó al desnudo; y la ceremonia terminó con chispazos entre los diputados y el círculo más cercano del Presidente.

A las 18 se abrieron las puertas del Congreso. La actividad en el recinto comenzó pasadas las 19, cuando llegaron los primeros diputados: además de los libertarios, los primeros en sentarse fueron los radicales “violetas”, Francisco Monti, Mariano Campero, Martín Arjol y Pablo Cervi. El equipo presidencial llegó en una camioneta desde Casa Rosada cerca de las 20.30 y, media hora después, los hermanos Milei arribaron al Congreso.

El reencuentro entre el Presidente y al vice solamente tuvo de testigo a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados; a Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado; y a la secretaria de Presidencia, Karina Milei, puesto que la transmisión por cadena nacional no mostró el saludo. Las autoridades de ambas Cámaras escoltaron a los hermanos Milei hasta el recinto de Diputados, en donde dio el discurso.

Se trató de la primera vez que interactuaron desde las dagas que se lanzaron en diciembre, cuando Milei acusó a la vice de no haber firmado el traspaso de mando para invalidar la sesión que expulsó a Edgardo Kueider del Senado. De todos modos, fue solo el último de los numerosos episodios que se dieron a lo largo del año pasado y que denostaron un distanciamiento entre la fórmula presidencial. En este reencuentro, Villarruel se limitó a poner orden en la Cámara -aunque el Presidente le llamó la atención por “apurarse” a cerrar la Asamblea antes de que termine de dar su discurso-. Se mantuvo sonriente, pero no aplaudió los elogios al Gabinete, calificados como “el mejor Gobierno de la historia”, según Milei.

La figura más destacada entre los invitados fue el nuevo juez de la Corte Suprema, Manuel García Mansilla, quien se sentó junto al resto de los ministros Horacio Rosatti, Carlos Fernando Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. El juez fue designado por decreto esta semana y el máximo tribunal le tomó juramento inmediatamente el jueves. De los ministros de la Corte, fue el primero en llegar, y mientras esperaban que comience la ceremonia se acercó a saludarlo el senador radical Eduardo Vischi.

El juez Ariel Lijo, también nombrado en comisión, había sido invitado por el Gobierno pero la Corte todavía tiene pendiente revisar su pedido de licencia en el juzgado 4 de Comodoro Py. Fue aclamado por la tribuna desde un palco por el militante Flavio Arenales, pero no asistió.

De los invitados, las ausencias fueron notorias en el sector de los gobernadores: solo seis provincias estuvieron representadas; Córdoba, con la presencia del gobernador Martín Llaryora; Chaco, con Leandro Zdero; Santa Fe, con Maximiliano Pullaro; San Luis, con Claudio Poggi, Chubut, con Ignacio Torres, y Mendoza, con la vicegobernadora Hebe Casado. A ellos se sumó el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, quien aplaudió prolongadamente las críticas que lanzó Milei al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, durante su discurso.

 

 Manuel García Mansilla sentado junto a los ministros de la Corte Suprema, antes de la llegada de Carlos Rosenkrantz
 Manuel García Mansilla sentado junto a los ministros de la Corte Suprema, antes de la llegada de Carlos Rosenkrantz

La rivalidad entre el mandatario peronista y el Presidente tuvo su momento culmine ayer, cuando amenazó con intervenir la provincia de Buenos Aires por los hechos de inseguridad. Este año, no fue invitado a la Asamblea Legislativa -según dejaron trascender-, pero hubo una decisión conjunta de todos los gobernadores peronistas de no ir. Tampoco fueron los mandatarios del PJ que ayudaron en más de una oportunidad al oficialismo con sus alfiles parlamentarios.

Entre los invitados resaltaron el armador bonaerense Sebastián Pareja, que se sentó junto a Zulemita Menem; el abogado Santiago Viola; la novia del Presidente, Amalia “Yuyito” González, ubicada junto a los padres de los Milei; el influencer Franco Iván Jeremías Antunes Puchol, conocido como Fran Fijap, quien se sintió con la libertad de observar la asamblea desde la puerta del recinto; el parlamentario del Mercosur cercano a Lilia Lemoine, Ivan Dubois; y funcionarios de segundas líneas del equipo económico, el Banco Central y Jefatura de Gabinete, con José Rolandi y Lisandro Catalán como figuras centrales. 

De todos modos, el palco más observado fue el del asesor presidencial Santiago Caputo, que se ubicó junto con el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, el influencer Daniel Parisini ("Gordo Dan") y el jefe de bloque de la bancada libertaria bonaerense, Agustín Romo.

Además fue tema de conversación la presencia de diplomáticos que ocuparon los palcos que históricamente se le designa a la prensa acreditada. A las restricciones de circulación que se le aplicaron a los periodistas se sumó que los balcones designados no tenían audio, por lo que el discurso no se podía apreciar. Fue algo que sufrieron incluso los militantes libertarios, que le confesaron a este medio que tuvieron que buscar la transmisión por redes, que estaba desfasada, para escuchar el discurso.

Los libertarios le dieron la bienvenida al Presidente y sus ministros con entusiasmo. Destacó la presencia de Marcela Pagano con su bebé: tanto el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como Karina Milei tuvieron su momento con el crío. La diputada había sigo marginada por su bloque luego de que Menem diera la orden de desplazarla de la presidencia de la comisión de juicio político el año pasado y se ausentó todo el año legislativo 2024 por su embarazo (solamente fue a votar proyectos clave del oficialismo).  La diputada rionegrina Lorena Villaverde también tuvo su momento de protagonismo: fue con un busto de Javier Milei y paseó por el recinto para mostrárselo a los funcionarios.

Esperando al mejor Presidente de la Historia @JMilei. #AsambleaLegislativa pic.twitter.com/wrtnTIw4mt

— Lorena Villaverde (@LoreVillaverde1) March 2, 2025

Asistió la exlibertaria Lourdes Arrieta, con su gorra trumpista -“Hacemos Grande a Argentina Otra Vez”-, quien votó en contra de los proyectos del oficialismo en más de una oportunidad después de su escandaloso éxodo del bloque. Tampoco faltó Francisco Paoltroni, el senador que dejó la bancada de La Libertad Avanza y desde entonces fue crítico acérrimo de las iniciativas del Gobierno en el Congreso.

Los faltazos opositores fueron opacados por el cruce que mantuvo el diputado radical de Democracia Para Siempre, Facundo Manes, con la tercera vértice del “triángulo de hierro”. El bloque (ex UCR) fue la única bancada crítica del oficialismo que fue a encarar al jefe de Estado, y lo hizo sentándose en el sector vacío que le corresponde al kirchnerismo. También lo hizo una guardia reducida del bloque de Miguel Ángel Pichetto, aunque se mantuvieron en silencio.

Manes, quien en cambio, fue con Constitución en mano y acompañado por Pablo Juliano, Mariana Coli, Danya Tavela y Melina Giorgi, interrumpió al Presidente para recriminar por los nombramientos de jueces en comisión y el caso $LIBRA, en medio del discurso. “Léela, Manes, te va a hacer bien, supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no aprendiste nada”, le contestó Milei.

 Facundo Manes fue el único opositor que enfrentó al Presidente en el recinto
 Facundo Manes fue el único opositor que enfrentó al Presidente en el recinto

El momento de tensión no terminó ahí, puesto que Santiago Caputo se paró y siguió el cruce desde el palco. Manes le levantó la Constitución también a él, aunque ya venían compartiendo gestos durante la ceremonia. Más tarde, cuando se vació el recinto, se miraron fijo por un tiempo prolongado en silencio hasta que el asesor le dijo algo que, desde el palco de la prensa, fue inaudible. Luego tuvieron una discusión en el pasillo que terminó con acusaciones de violencia. “Le dijo que le iba a tirar el Estado encima”, fue el relato de sus allegados.

Inmediatamente después, los diputados se reunieron con Menem, junto a Germán Martínez, jefe de bloque de UxP, quien vio el discurso desde su despacho, y los diputados de Izquierda, que replicaron la estrategia de ir al Palacio pero no bajar al recinto. Estuvieron en la sala de Pasos Perdidos con carteles de protesta, pero no se sentaron en sus bancas. Rodrigo De Loredo, el jefe de bloque de la UCR, también fue a la reunión con Manes. Trascendió que iban a hacer una denuncia. Mientras, el Presidente se fue a la Casa Rosada con el resto de sus ministros para una cena, a la que no fue invitada la vice.

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