Cecilia González Bonorino, economista

“Para la recuperación hay un Estado dirigiendo el desarrollo inclusivo”

En la confrontación de modelos económicos la especialista reafirma que incluso los programas de trabajo y el sostén de las actividades productivas fueron prioridad para el Gobierno desde 2019

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La expectativa de empresas y sindicatos para que en 2022 los números validen la recuperación de la economía nacional es motivo de deseos y augurios no sólo en las celebraciones de fin de año. Lo refleja el semblante de empleadores y gremios ante la menor consulta, con la misma intensidad que la pandemia sigue acechando al país y el planeta.

Cecilia González Bonorino, economista (UBA) quien integra el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) habló con BAE Negocios de esa alternativa como también de la incidencia del FMI en el desarrollo nacional y las perspectivas de la puja salarial 2022. Asumiendo también que la tarea impostergable del Gobierno es encontrar remedios a la inflación, la especialista realzó la alternativa de un “Estado Presente” para definir políticas claves.

“Para la recuperación hay un Estado dirigiendo el desarrollo inclusivo”
González Bonorino destacó la recuperación del empleo en pandemia

—¿El último informe de la Undav invita considerar que sobre todo en cuanto a empleo y salarios están dadas las bases para que continue la recuperación en 2022?

—Desde enero de 2021, el empleo registrado crece mes a mes de forma acelerada. Septiembre es el último dato oficial y muestra que no solo se recuperó lo perdido en la pandemia, sino que se crearon más de 88.000 puestos de trabajo respecto a igual mes de 2019. A su vez, en el primer semestre de 2021 la desocupación fue más baja que en 2017, y ése fue el último año de crecimiento.
La industria es uno de los sectores donde más vemos la recuperación de actividad y el empleo, por varias razones: cambio de orientación de la política industrial respecto a la gestión anterior donde se prioriza la producción local por encima de la importación, mejora del acceso al crédito y tasas de interés subsidiadas para los proyectos productivos o incluso la brecha cambiaria que incentiva la demanda de bienes durables de producción nacional.

—¿Se puede confiar en lo que vendrá incluso ante la incertidumbre que mantiene la pandemia?

—Los datos son alentadores y muestran que actual modelo económico genera más empleo que el anterior, lo cual es lógico porque la política económica y los recursos del Estado están al servicio de la producción y el empleo y no de la especulación.
El presupuesto de 2022 muestra la continuidad de esa línea: un Estado dirigiendo el desarrollo inclusivo, incrementando los recursos dirigidos a la infraestructura por el efecto multiplicador y la productividad de la economía, aumentando la inversión en educación y en las actividades científicas y tecnológicas, incluyendo las dirigidas a fomentar la innovación en el entramado productivo, entre otras. Todo esto atendiendo además la situación social de extrema vulnerabilidad, ya que se potencian los distintos programas de empleo.

—Hay estimaciones en cuanto a que para que la desocupación baje del 8,2% al 6% el crecimiento 2022 de la Argentina no debería ser menor a 8 puntos. Mientras tanto el FMI aparece condicionante respecto a que país crezca un 2,5%...

—Desocupación del 6% tuvimos en el tercer trimestre de 2015. El PBI en ese momento era de 4,3 puntos mayor, recuperamos lo que se perdió en la pandemia pero todavía falta recuperar lo que se perdió en la gestión de Cambiemos. El presupuesto 2022 proyecta un crecimiento del 4% para este año con lo cual nos acercaríamos a este número. El FMI necesita que crezcamos para que podamos responder a nuestros compromisos externos y el problema es que ellos siguen sosteniendo las mismas recomendaciones que en nuestro país no hicieron más que generar o agravar las crisis.

De allí que el Gobierno se muestra firme en la decisión para no desviar la política económica y en eso va la negociación

—¿Cuál es su apreciación respecto a las expectativas de paritarias en razón de una franja que va del 45% al 50% según barajan sectores privados e incluso sindicatos para la pauta salarial de este año?

—Me parece valida y razonable, la inflación de este año ya ronda el 50% y si bien los salarios lograron recuperar una pequeña porción de la cuarta parte que perdieron en los últimos años todavía falta mucho. La inflación no bajará de un golpe por razones estructurales, pero se espera que tienda a la baja

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