Como una excepción a la franja de paritarias a la baja que define la mayoría de las negociaciones para los trabajadores registrados desde hace meses, el gremio de los Aceiteros marcó una vez más su traza distintiva y llevó el salario inicial de tal actividad cerca del $1.900.000, que superó la pauta libertaria. El pacto por mejoras fue sellado en horas donde la línea de tiempo como la coyuntura económica y social se trazan en torno al nuevo acuerdo con el FMI además de una nueva devaluación.

En efecto, tanto la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (Ftciodyara) como el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) volvieron a marcar un “rango de logro” en cuanto a negociaciones colectivas. Ese destaque sindical se basa sobre todo en la era libertaria, teniendo en cuenta que la pauta salarial -por la estrategia de la gestión de Javier Milei- se sustenta desde 2023 bajo la tónica la política antiinflacionaria merced el ajuste de sueldos y jubilaciones.

Ambas organizaciones gremiales que tutelan a los trabajadores y trabajadoras del sector agroexportador, destacaron a BAE Negocios, que suscribieron un acuerdo con las cámaras Ciara, Ciavec y Carbio que lleva el salario básico inicial del sector a $1.770.174 a partir de primer día de este mes en una progresión de incrementos que determina un $1.875.186 en julio.

A la hora de la descripción en cálculos explicaron el detalle de aumentos del 13,3% para el corriente, un 15,3% para mayo, 17,3% para junio y 20% para julio. Se trata del primer caso donde con impulso obrero queda superado el techo paritario fijado por la Casa Rosada.

La negociación fijó, además, como pago retroactivo una suma de $500.000 para la categoría inicial, que se incrementa hasta $648.918 en los rangos máximos previstos en el convenio de labor aceitero.

Para septiembre detallaron que se efectuará una revisión de este acuerdo. A la hora de destacar, una vez más que la estrategia gremial para la negociación colectiva la desarrollan en base a reclamar “el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil según su definición en el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional y Artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo”.
Así conceptualmente propician que las mejoras se enmarquen dentro de los valores que ofrezcan garantía real para que los trabajadores y trabajadoras que tutelan, "a través de labor en su jornada legal, satisfagan las nueve necesidades básicas allí contempladas, a saber: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión”.

A su vez recordaron que ante la negativa empresaria habían decretado el 11 de marzo una huelga nacional aceitera “a la cual le aplicaron una inmediata conciliación obligatoria, y esa medida se definió porque conocen la capacidad de la fuerza obrera de este gremio”, destacaron.