Finalmente y luego de ratificar que será candidata a diputada provincial por la Tercera Sección electoral, la expresidenta y titular del Partido Justicialista (PJ), Cristina Fernández de Kirchner, se comunicó en la noche de ayer martes con el Gobernador Axel Kicillof, con quien mantuvo un breve y cordial intercambio, y en donde acordaron volver a comunicarse en los próximos días para buscar definiciones en el peronismo, de cara a las elecciones legislativas provinciales del 7 de septiembre próximo.

Ese breve gesto de acercamiento tras cinco meses de un silencio atronador entre dos de las principales figuras del PJ despertó a su vez, una suma de nuevos cortocircuitos internos, y es que mientras desde el bando del cristinismo la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes) buscó convertir esa conversación -cuasi trivial y de acercamiento- en el "inicio de un gran dialogo electoral", una movida que en las filas del axelismo cayó como una bomba y habilitó el camino para que algunos jefes comunales como Mario Secco (Ensenada) o Jorge Ferraresi (Avellaneda) comiencen a evaluar la posibilidad de ir como candidatos testigos o en listas cortas.

"Cristina y Axel hablaron muy rápido e intercambiaron saludos" y quedaron "en volver a comunicarse en los próximos días" para seguir conversando sobre las definiciones que deberán tomar en materia electoral hacía el interior del partido, señalaron a BAE Negocios fuentes cercanas al gobernador, las que advirtieron que la actitud de la intendenta Mendoza esconde una "opereta de máxima, el haber convertido" la breve comunicación "como un gran diálogo" político.

Las expresiones a las que las fuentes hacían referencia, fueron las vertidas por la Jefa comunal quilmeña, quien dijo que un encuentro entre Cristina y Kicillof es “necesario y productivo para la consolidación de la unidad" que Fernández de Kirchner "planteó a partir de su candidatura” a diputada bonaerense por la tercera sección electoral, tema que además servirá “para frenar tanto daño que está haciendo el Gobierno de Javier Milei”.

Fortalecida por la decisión de CFK de presentarse como candidata, Mendoza aseguró que “el único preocupado" por que esta sea candidata "debería ser Milei", y en un tiro por elevación dirigido a Kicillof, aseguró que “si a alguien más le preocupa la candidatura de ella, es porque está priorizando otra cosa y no la situación dramática que está viviendo el pueblo argentino”.

Lejos de poner paños fríos, las expresiones de Mendoza parecieran tener la intención de presionar para obligar al Gobernador y su tropa a acelerar acuerdos, los que en verdad necesitarán de algo más que una breve comunicación telefónica de rigor para poder sellarlos, así lo evidenció la reacción del intendente Secco, quien sin medias tintas, dejó abierta la posibilidad de que los jefes comunales sean candidatos testimoniales en los comicios legislativos provinciales del próximo 7 de septiembre.

Molesto contra las operaciones dentro del peronismo, no descartó la posibilidad de que los intendentes puedan llegar a presentarse como candidatos testimoniales en las listas a concejales y así enfrentar la boleta de Cristina, quien confirmó que competirá como candidata a diputada bonaerense, anuncio que realizó sin consultar al kicillofismo.

En esa línea, el intendente de Ensenada aseguró que en la provincia de Buenos Aires, el armado que hoy tiene Kicillof es muy importante: "¿Usted cree que si jugamos todos los intendentes de testimonial no ganamos? ¿Usted cree que no tenemos estrategia también?", interrogó Secco, para luego afirmar que en su municipio va como  primer concejal "le garantizo el triunfo. Así lo van a hacer un montón de intendentes", señaló a Radio Con Vos.

Más duro fue el alcalde Jorge Ferraresi (Avellaneda), quien amenazó que si Kicillof termina acordando con Cristina, está dispuesto a romper con la estructura del Gobernador e ir con una boleta corta para bancar solo a sus concejales, sin colgarse de ninguna candidatura provincial.  

En su entorno, plantean que “si Cristina mete la cola, se termina la discusión. Nos vamos solos. Sin internas, sin camporistas, sin traiciones”.