La domótica está presente tanto en hogares como en comercios y las innovaciones en este campo permiten crear entornos más seguros, cómodos y eficientes, donde cada aspecto del hogar o establecimiento puede ser controlado con precisión y facilidad, muchas veces desde la palma de la mano. Por ejemplo, en Argentina, las casas inteligentes poseen un sistema de seguridad integral como el de Verisure.  

Seguridad de la propiedad: alarmas y sensores inteligentes  

Uno de los principales beneficios de la domótica es la mejora significativa en la seguridad de la propiedad. Los sistemas de alarmas tradicionales como, por ejemplo, es el caso de Verisure, evolucionaron para incluir una variedad de sensores de movimiento y cámaras de seguridad que se integran con redes digitales. Estos dispositivos no solo pueden detectar movimientos sospechosos o ingresos no autorizados, sino que también pueden enviar señales y ser monitoreados en tiempo real a través de aplicaciones de celular.

Por ejemplo, al instalar una alarma para el hogar moderno como el comercializado por la compañía Verisure, los propietarios pueden recibir alertas instantáneas en sus teléfonos cuando se detecta alguna actividad inusual. Esto les permite visualizar en vivo lo que está ocurriendo en su hogar o negocio desde cualquier lugar, proporcionando un nivel de control y tranquilidad que antes era impensado. Además, muchos de estos sistemas permiten almacenar las grabaciones en la nube, lo que asegura que las imágenes estén disponibles incluso si las cámaras son dañadas o robadas.

Según el Observatorio de Seguridad de Verisure, estos avances tecnológicos no solo hacen que las alarmas sean más eficientes, sino que también les otorgan a los propietarios un mayor grado de autonomía para gestionar la seguridad de sus propiedades. Esto último es especialmente relevante en un contexto donde la seguridad sigue siendo una preocupación central para muchas personas en Argentina y el presupuesto para destinar a estos fines se acorta.

Innovaciones en domótica integradas con Inteligencia Artificial (IA)  

Según los expertos en seguridad de Verisure, la evolución de la domótica no se detiene en sistemas de seguridad controlados por aplicaciones. La integración de la Inteligencia Artificial (IA) está llevando las casas inteligentes a un nivel completamente nuevo. Estas innovaciones permiten que los sistemas de domótica respondan a comandos específicos y que aprendan de las rutinas y preferencias de los usuarios, optimizando la gestión del hogar de manera automática.

Por ejemplo, los sistemas de iluminación inteligentes equipados con IA pueden ajustar la intensidad y el color de las luces según la hora del día o las actividades que se estén realizando. Si bien esto puede parecer un simple lujo, en realidad contribuye al bienestar de los ocupantes al crear ambientes más confortables y eficientes energéticamente.

Otro campo en el que la IA está haciendo avances significativos es en la gestión del clima interior. Los termostatos inteligentes no solo permiten programar la temperatura del hogar, sino que también aprenden de los patrones de uso y ajustan automáticamente el clima para maximizar el confort y minimizar el consumo de energía. Este tipo de innovación no solo tiene un impacto positivo en la comodidad del hogar, sino que también puede ayudar a reducir los costos energéticos, algo que cobra gran importancia en el contexto económico actual del país.

IA más sistemas de seguridad es igual a casas más seguras  

Finalmente, la domótica con Inteligencia Artificial también está mejorando la seguridad a través de sistemas de reconocimiento facial y de voz. Estos sistemas pueden identificar a los residentes habituales de la casa y permitir el acceso sin necesidad de llaves físicas, al mismo tiempo que envían alertas si detectan la presencia de personas no autorizadas. Esta tecnología no solo hace que el hogar sea más seguro, sino que también facilita la vida diaria al eliminar la necesidad de llevar llaves o recordar contraseñas. 
Algunos en cambio, mezclan factores de autenticación como claves numéricas con reconocimiento facial, aprovechando lo mejor de ambos mundos: el analógico del pasado y el digital del futuro.