Según un estudio, el frío y no el calor fue la clave del fin de los dinosaurios
Los inviernos volcánicos habrían causado el mayor daño
Un trabajo publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'(PNAS) explica cómo el frío, no el calor, fue el principal culpable de la extinción de los dinosaurios. Así lo indica una nota en Europa Press.
Hace 201,6 millones de años se produjo una de las cinco grandes extinciones masivas de la Tierra, en la que desaparecieron de repente tres cuartas partes de todas las especies vivas. La desaparición coincidió con unas erupciones volcánicas masivas que dividieron en dos Pangea, un continente gigante que abarcaba casi todo el planeta. Millones de kilómetros cúbicos de lava brotaron a lo largo de unos 600.000 años, separando lo que hoy son América, Europa y el norte de África.
Los mecanismos exactos de la extinción del Triásico final han sido debatidos durante mucho tiempo, pero el más destacado fue el dióxido de carbono que surgió a la superficie por las erupciones acumuladas durante muchos milenios, lo que elevó las temperaturas a niveles insostenibles para muchas criaturas y acidificó los océanos. Pero este nuevo estudio dice lo contrario: el frío, no el calor, fue el principal culpable.
El trabajo presenta evidencia de que, en lugar de extenderse durante cientos de miles de años, los primeros pulsos de lava que terminaron el Triásico fueron eventos estupendos que duraron menos de un siglo cada uno. En este período de tiempo condensado, las partículas de sulfato que reflejan la luz solar fueron arrojadas a la atmósfera, enfriando el planeta y congelando a muchos de sus habitantes.
El aumento gradual de las temperaturas en un entorno que ya era caluroso al principio (el dióxido de carbono atmosférico en el Triásico tardío ya era tres veces el nivel actual) puede haber terminado el trabajo más tarde, pero fueron los inviernos volcánicos los que causaron el mayor daño, dicen los investigadores.