En Argentina es posible incluir una organización social en un testamento y destinar parte del patrimonio sin afectar los derechos de los herederos. En el marco del mes de los legados solidarios, once organizaciones buscan darle visibilidad a esta alternativa legal, accesible y sencilla que permite transformar valores personales en un aporte duradero para el futuro.

El legado solidario permite donar parte del patrimonio a una organización no gubernamental, incluso en casos donde existan herederos. No modifica la situación actual de quien lo otorga, puede ser revocado en cualquier momento y se realiza con el acompañamiento de un escribano. Se trata de una forma de colaborar cada vez más difundida que ayuda a que las personas puedan decidir el destino de algunos de sus bienes en favor de causas en las que puedan dejar su huella de generosidad.

Los herederos pueden dividirse en dos clases: forzosos (hijos, padres y cónyuge) y no forzosos (hermanos, tíos, primos, etcétera). Cuando una persona fallece sin herederos forzosos pueden heredar los no forzosos. Sin embargo, en ese caso, la totalidad de la herencia puede dejarse a quien uno quiera, incluyendo una entidad de bien público. Para utilizar la porción de libre disposición no se requiere el permiso ni el conocimiento del resto de los herederos.

En Argentina, más allá de lo que establece la normativa, la práctica aún es poco conocida. De acuerdo con lo indicado por un estudio realizado por Voices! y Qendar en 2020, solo el 20% de las personas sabe que puede incluir una ONG en su testamento. Muchas veces la decisión se posterga debido a la falta de información, los temores legales o la percepción de que se trata de un proceso poco seguro y difícil. Sin embargo, en 2024, la campaña recibió más de 7.000 consultas y desde su creación, en 2017, ya acompañó la concreción de más de cien testamentos solidarios en el país.

Para dejar un legado solidario es esencial realizar un testamento, que es el acto mediante el cual una persona detalle cómo disponer de sus bienes tras su fallecimiento. El trámite es sencillo: requiere informarse sobre la labor de una ONG de interés y contar con la asistencia de un escribano para redactar el documento, especificando el tipo y la cantidad de bienes asignados. Incluso se puede estipular que toda la herencia la reciba una ONG o disponer que la entidad deba destinar los bienes para un fin concreto, como la construcción de un hogar para niños huérfanos. Un detalle importante es que el acto no modifica la vida actual de quien lo realiza y puede ser revocado en cualquier momento.

Cuando alguien fallece sin herederos ni testamento, todos sus bienes pasan al Estado, que luego los vende. Por eso es importante dejar un documento en el cual se exprese qué destino útil desea darles. En ese sentido, las organizaciones sociales cumplen un rol clave, ya que tienen la capacidad de convertir esos recursos en beneficios concretos para la comunidad.

La campaña impulsada por AMIA, Amnistía Internacional, Cáritas Argentina, Don Orione, Fundación Huésped, Fundación SALES, HB, Médicos sin Fronteras, Mensajeros de la Paz, Unicef y la Universidad Hospital Italiano vuelve a poner el tema en agenda.