El terror y la animación siguen sosteniendo taquillas globales
Un éxito sorpresa de una película de terror y la vigencia de los títulos animados "de temporada alta" siguen generando buenos negocios en un panorama difícil para la exhibición cinematografica tanto dentro como fuera de los EE.UU.
El pasado fue un fin de semana exrraño para la taquilla estadounidense, y también para la Argentina, aunque por razones bastante distintas. En el primer caso, una película por la que se tenían bajas expectativas resultó un éxito impensado; en el segundo, el arranque de las vacaciones de invierno se vio "ralentizado" por la final de la Copa América. Digamos que el caso argentino es menos marcante: aún siguen a la cabeza (este dato es relevante también para lo internacional) Intensa Mente 2 y Mi villano favorito 4. La segunda, de paso, ganó la taquilla estadounidense (donde se estrenó dos semanas luego que aquí), pero la novedad no va por ahí.
La novedad es Longlegs: coleccionista de almas, película de terror que se estrenará en nuestro mercado en un par de semanas y mezcla lo sobrenatural con el thriller de asesino serial, con el protagónico de Nicolas Cage. Mientras que los anaistas eseraban un buen estreno con menos de 10 millones de dólares, hizo 22, cuando su costo total fue de 10 y su marketing, también. Ergo, recuperó su costo con una campaña casi exclusivamente virtual. Le alcanzó para superar a Intensa Mente (en quinta semana, claro) que quedo tercera y para confirmar el hecho de que el cine de terror es de los pocos que tiene un mercado apreciable y constante.
Después sí, Intensa Mente superó los 1350 millones de dólares globales (de los cuales 777 son de fuera de los EE.UU.) y Mi villano... lleva ya 437 millones de dólares también en todo el mundo. Segunda constante: la animación de marca se iguala al terror en que es lo que siempre funciona. Sería demasiado excecpional que una película del género, si es de "marca" o franquicia conocida, no sea un éxito. Así que la taquilla mejora con un esquema más bien conservador y basado -exclusivamente- en lo poco que funciona.