Análisis económico

Primeros datos de la inflación de diciembre

BAE Negocios

Por Mariana Bonfils y Cecilia Galarza 

 

En Argentina el mes de diciembre estuvo caracterizado por varios factores que generaron una presión alcista en los precios: expectativas por el cambio de gobierno, fuerte devaluación oficial del peso (de casi 400 pesos por dólar a 832 pesos desde el 13 de diciembre), finalización de los programas de controles de precios y la posterior liberalización. También se sumaron varios anuncios relacionados al recorte del gasto público, la paralización de la obra pública, la reducción de los subsidios al transporte y a los servicios energéticos, la derogación de la ley de alquileres, entre otras medidas. En este contexto, se comenzó a observar una fuerte aceleración de los precios minoristas y las proyecciones y estimaciones de inflación mensual de las consultoras privadas comenzaron a rondar el 30%.

En el día de ayer se dió a conocer el dato del Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) para diciembre del 2023, que se ubicó en 21,1% y acumuló en los doce meses del año una suba del 198,4%. Cabe destacar, la fuerte aceleración de los bienes que registraron un incremento mensual del 30,3%, mientras que el alza de los servicios fue más moderada y del 14,2%.

El incremento en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas incidieron en gran medida en la dinámica mensual, ya que promediaron una suba de 30,4%, destacándose los aumentos en las carnes, los panificados y los lácteos. A su vez, los fuertes incrementos en los combustibles para vehículos del hogar, dada la liberalización de los precios y el fin de la regulación por parte del Estado, también tuvieron una fuerte incidencia.

En el caso de los servicios, el comportamiento fue más acotado ya que en varios productos regulados (como la electricidad, el gas o el transporte) para poder ajustar las tarifas se requieren de audiencias públicas y no se puede realizar un ajuste inmediato; mientras que otros como la medicina prepaga tuvieron un aumento según lo acordado con el gobierno anterior pero, dada la liberalización de los precios, ya fueron anunciados fuertes incrementos para el mes de enero 2024 y los meses sucesivos.

Una característica común de todos los datos mencionados es que son los valores más altos registrados de la serie publicada por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

De las cifras expuestas, se destaca la aproximación de las proyecciones por parte de las consultoras privadas a las variaciones publicadas por el IPCBA en alimentos y bebidas no alcohólicas y en los bienes, ya que en general suelen realizar un seguimiento de precios centrado mayoritariamente en los bienes disponibles en las páginas web de los supermercados.  

El jueves 11 de enero se conoce el dato de inflación nacional difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), pero con el dato publicado del IPCBA se puede adelantar que seguramente éste sea más alto, dada la composición interna de la canasta de bienes y servicios. 

Antes de continuar, resulta importante aclarar que los índices de precios al consumidor miden la evolución del nivel general de precios de una canasta representativa de bienes y servicios adquirida para el consumo de los hogares. Las encuestas de gastos de los hogares son el insumo clave para la elaboración y la definición de la canasta de los índices de precios. 

En el caso del IPCBA, la canasta de bienes y servicios se actualizó y se definió utilizando los gastos de consumo declarados por los porteños en la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) del 2017/18; mientras que en el índice de precios nacional del INDEC esta tarea sigue pendiente y se sigue utilizando la edición del 2004/05. Si bien ambos indicadores poseen una cobertura territorial diferente, esto último ocasiona que se amplíen las brechas entre ambas estructuras de ponderación, ya que en la última ENGHo se observó una disminución del peso de los gastos en bienes y un aumento en los servicios. A esto último, se le suma que en la estructura de gastos de CABA los servicios (58,6%) tienen un mayor peso que los bienes (41,4%).

Esta diferencia que pareciera relativa, en realidad es reflejo de los cambios en los comportamientos y patrones de consumo de los hogares. Pensemos que en el 2005 -ya hace casi 20 años- el peso del gasto en plataformas digitales de entretenimiento o en los servicios de celulares y teléfono fijo para las familias, dista mucho del actual; así como el gasto en impresión de fotos, uso de CD, DVD, determinados equipos electrónicos y cigarrillos, que han cambiado por el avance de la tecnología y culturalmente.  

Dados los resultados del IPCBA para el mes de diciembre y teniendo en cuenta que en las canastas regionales del IPC Nacional tienen un peso muy elevado los bienes (siendo del 59,3% en GBA y superior al 70% en el resto de las regiones), es esperable que la inflación de diciembre cierre por arriba que la de Ciudad de Buenos Aires. 

En niveles de pobreza que según datos oficiales de INDEC ya abarcaban al 40,1% de las personas (con 9,3% indigentes) al primer semestre de 2023, estos primeros datos de inflación general y de alimentos de diciembre resultan alarmantes. Teniendo en cuenta que la devaluación fue durante la segunda semana del mes y dado el fuerte incremento de los combustibles, se espera un arrastre y efectos de segunda ronda para los próximos meses, junto con la entrada en vigencia de los ajustes anunciados en los servicios regulados, algunos pactados para el mes de enero y otros para los meses sucesivos. Todo lo expuesto no hace más que complicar el panorama en términos de inflación. 

El dato del IPCBA de diciembre, es un dato alarmante y que preocupa en la vida diaria de las personas. El efecto de la inflación produce la pérdida del poder adquisitivo de los hogares, dificulta el acceso a determinados bienes y servicios básicos, incide en las decisiones de empleo y en el futuro. 

Las expectativas de inflación para los próximos dos meses son muy altas y estarán condicionadas también por lo que suceda con el dólar. Quedan muchos interrogantes a futuro por responder, como, por ejemplo: ¿cuánto arrastre queda de diciembre para enero? ¿Cómo van a impactar los fuertes ajustes en los servicios públicos y los efectos de segunda ronda en el resto de los productos? ¿Este nivel de inflación mensual e interanual de diciembre será un piso o un techo para el 2024? Y, la pregunta del año: ¿cuándo comenzará a desacelerarse?
 

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