El pasado viernes, las acciones de Disney en Wall Street terminaron con un incremento del 13,6%, extraordinario además si se tiene en cuenta que la firma acumula un crecimiento anual de la acción del 21%. La razón: los enormes anuncios realizados la noche del jueves en el Disney Investors Day, el momento anual en el que la empresa muestra sus planes de crecimiento y adelanta contenidos. El entusiasmo despertado dentro y fuera del campo comercial fue suficiente para que la acción terminara en u$ 175,72. Una hazaña real de los superhéroes de Marvel, además.

¿Por qué sucedió esto? Es simple: cuando Disney percibió que la epidemia de Covid-19 afectaría muy fuerte su principal negocio (los servicios y el turismo asociado a los parques, que es lo que les da más liquidez que el cine), decidió reestructurar con urgencia todos sus negocios. Primero realizó recortes en los salarios de los ejecutivos; luego, ante el crecimiento del on demand, apuntó todo al negocio que llaman "directo al consumidor". El resultado: los espectaculares anuncios del jueves: lanzamiento de la plataforma Star, que recogerá el catálogo de FoxPlay más el de FX como productor de contenidos; la integración de Hulu y ESPN+, más el crecimiento de contenido original de Pixar, Disney, Marvel, Star Wars y NatGeo para Disney+. El punto básico es la calidad cinematográfica -en otras palabras: costo masivo, millones por hora de emisión y mucho despliegue de efectos especiales- de todo este material.

Más allá de las series ya con estreno previsto (Wandavision, Falcon and Winter Soldier, la tercera temporada de Mandalorian, etcétera), una de las novedades más fuertes es que muchos de los estrenos cinematográficos (entre ellos Raya y el último dragón, próximo filme "de princesas" de Disney) tendrán salida simultánea en salas y en la plataforma.

No sucederá con todos, pero sí con muchos y otros (una nueva vuelta  de Tres hombres y un bebé, protagonizada por Zac Efron) irán directo a SVOD. Es una jugada similar, pero no igual, que la muy criticada disposición de Warner de estrenar sus películas "grandes" al mismo tiempo en salas y en su propio SVOD HBO Max, cuyos resultados comerciales son muy magros.

Es decir: el horizonte de los "grandes" es el hogar del espectador y no ya las salas. Una noticia nada alentadora para el cine en general y para la exhibición, el sector del entretenimiento -junto con el teatro- más golpeado por la pandemia.