El día que el cine anticipó el futuro: la película que imaginó un EEUU sin inmigrantes

La reelección de Donald Trump y su endurecimiento de las políticas migratorias pusieron en el centro del debate una película que, hace 20 años, imaginó un escenario hoy inquietantemente posible

BAE Negocios

Las noticias de deportaciones masivas, promesas de muros y discursos inflamados contra los inmigrantes se volvieron moneda corriente en la nueva administración de Donald Trump. Sin embargo, lo que hoy parece una estrategia con alto rédito electoral ya había sido planteado como una sátira en "Un día sin mexicanos", la película de 2004 que mostraba lo que pasaría si, de un momento a otro, toda la población latina desapareciera de Estados Unidos.

Dirigida por Sergio Arau y escrita junto a Yareli Arizmendi, la película transcurre en California, el estado donde el 40% de la población es latina. En clave de comedia con tono de denuncia social, la historia parte de una premisa simple pero provocadora: un día, sin explicación alguna, todos los mexicanos desaparecen. La economía se desmorona, los servicios colapsan y el caos se apodera de las calles.

El arte como espejo de la realidad

Arau y Arizmendi, ambos inmigrantes, concibieron la película en un contexto de creciente hostilidad hacia los latinos. En los años ‘90, la reelección del gobernador de California Pete Wilson estuvo marcada por una retórica agresiva contra los inmigrantes. El discurso era similar al que hoy domina la agenda republicana: control de fronteras, restricciones laborales y deportaciones masivas.

“En ese momento, Yareli me dijo: ‘California necesita un día sin mexicanos, a ver qué hacen’”, recordó Arau en una entrevista reciente. Esa idea detonó primero un cortometraje y, años después, la película.

El filme, sin embargo, no solo retrata la dependencia económica de EEUU respecto de la comunidad latina, sino que también denuncia la percepción reduccionista sobre los inmigrantes. La desaparición de los mexicanos afecta a todos los latinos, pero el título de la película revela una realidad incómoda: en la mentalidad estadounidense, muchas veces "hispano" y "mexicano" son términos intercambiables.

 

 Un día sin mexicanos
 Un día sin mexicanos

Dos décadas después, más vigente que nunca

Cuando Arau y Arizmendi llevaron la película a nuevas proyecciones en el contexto de la actual campaña electoral, el público reaccionó con sorpresa. Algunos los llamaron “profetas”, mientras que otros demostraron la misma confusión que denunciaba el film: “Nos preguntaron en qué parte de México queda Venezuela”, contó Arizmendi con ironía.

La película se estrenó hace 20 años, pero el panorama no cambió. Si acaso, se endureció. El regreso de Trump al poder trajo consigo un plan de deportaciones sin precedentes, con la promesa de expulsar a millones de personas en su primer año de gobierno.

El mensaje de la película sigue en pie: Estados Unidos no solo se vería afectado económicamente sin inmigrantes, sino que también enfrentaría una crisis social de magnitud incalculable. Como advirtió Arizmendi: "Cuidado con lo que pides. Porque si te quedas sin latinos, vas a tener que explicarle a tus seguidores cómo va a quedar la economía".

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