Chaim Gartenberg entró en Star Wars: Galactic Starcruiser dispuesto a fingir. Iba a ser Ch'aim Garteenbar, un contrabandista reformado que celebraba su rectitud con un lujoso viaje en crucero en el Halcyon, orgullo de Chandrila Star Line. Por desgracia para él, debido a la naturaleza comprimida del preestreno para los medios de comunicación, pasó la mayor parte del tiempo a bordo de la mayor apuesta de Disney en años con su habitual disfraz de "Chaim Gartenberg, periodista".

Al menos así lo contó en The Verge, que le dio la oportunidad de poder echar un pequeño vistazo a una de las experiencias más prometedoras del último tiempo. Chaim (o Ch'aim) visitó junto a otros reporteros el Star Wars: Galactic Starcruiser, que es "mitad hotel, mitad LARP, mitad parque temático" o también "la mejor experiencia de Star Wars, una que te lleva a una historia de ciencia ficción viviente que se desarrolla a tu alrededor".

El viaje no es para cualquiera: uno de los requisitos más cruciales es ser fanático de Star Wars, porque de otra manera la experiencia no se disfruta igual. Y otro requisito, no menos importante, es tener dinero. Mucho dinero. Una entrada cuesta alrededor de 4.800 dólares, y reduce ligeramente su precio si está dentro de un grupo familiar. 

La experiencia, sin embargo, lo vale. Así lo dijo The New York Times (NYT) que visitó el lugar junto a la influencer Carina Ja. Al principio, Ja no tenía esperanzas en el "viaje intergaláctico" que proponía Disney. "Todavía no sé si Disney va a lograr esto. Es fácil equivocarse con 'Star Wars', como hemos visto con sus últimas tres películas”, le dijo al diario neoyorquino cuando comenzaba su experiencia. No fue su reacción final.

El viaje intergaláctico es una experiencia inmersiva de 45 horas

Esto no es una estadía en un hotel, dice Disney cada vez que puede. Es un viaje intergaláctico. Y como tal, comienza en un puerto espacial, donde una cápsula de transporte lleva a los huéspedes (o, mejor dicho, personajes) hacia la nave Halcyon. Una vez dentro, comienza a correr el reloj: son 48 horas de Star Wars. Una película lleva alrededor de dos horas, una serie quizás tome medio día y un videojuego un poco más. Pero Galactic Starcruiser no es nada de eso, sino que se vive como si todo, absolutamente todo, fuera de otro mundo. 

Cada personaje tiene su propia historia, y está comprometido con ella (The Verge)

La narrativa de Star Wars: Galactic Starcruiser, que se desarrolla en una experiencia de teatro envolvente, tiene lugar entre "Star Wars: The Last Jedi" y "Star Wars: The Rise of Skywalker". La historia interactúa y complementa Star Wars: Galaxy's Edge en el vecino Hollywood Studios. Los invitados son pasajeros a bordo del viaje del 275 aniversario del crucero estelar de lujo, el Halcyon, que emula su viaje original de Chandrila a Batuu. Ambientada entre The Last Jedi y The Rise of Skywalker , la nave entra en conflicto con la Primera Orden: se produce el drama de Star Wars .

"La tripulación está comprometida con la experiencia. Compartirán sus nombres, de dónde son, cuánto tiempo estuvieron a bordo del Halcyon de 275 años y responderán todas tus preguntas. Los detalles y el maquillaje de rodianos, togrutas y twi'leks son alucinantes. Y charla de cerca con la hermosa cantante Gaya, la superestrella twi'lek. Sé vos y el color que quieras ser", narró el USA Today, otro de los participantes del impresionante espectáculo. 

Parte de la historia es hablar con personajes de la franquicia (NYT)

"A pesar de los elaborados disfraces y escenarios, todavía me desconcertó al principio. Tuve que tomarme unos minutos para descubrir cómo encajaría en el juego de roles", relató Chaim Gartenberg, que estaba dispuesto a seguir el juego del "elenco" (así llama Disney a sus empleados). La idea de la experiencia es una inmersión total: a diferencia de otros parques de diversiones o temáticos donde uno se sienta y ve cosas pasar, en Galactic Starcruiser uno puede ser parte de la acción, y elegir juegos, entrenamientos, batallas y misiones de cara al espectáculo final: una batalla épica entre la Primera Orden y la Resistencia. 

Sara Thacher, imaginadora sénior de I+D y directora creativa detrás de todas las opciones narrativas ramificadas a bordo, comentó a The Verge que la experiencia está diseñada para que “puedas aparecer y no tener un personaje, no tener que saber ninguna línea, no tener que saber cualquier cosa sobre la historia” y aun así pasar un buen rato. Uno puede elegir ser de la Primera Orden o de la Resistencia sin temer que una decisión equivocada lo atasque en un bando, porque “la elección real significa que tengo que entender lo que está en juego”.

¿Y si no soy tan fanático de Star Wars o no tengo ganas de hacer todas las actividades que se proponen? No hay problema, dice Disney. "Aquellos que están un poco cansados de la parte de actuación de todo esto no deben preocuparse. Si hablar con un actor de otro mundo sobre Coaxium y los códigos secretos no es para ti, no es necesario que estés totalmente comprometido para disfrutar completamente del viaje. Puedes estar tan involucrado (o no) como quieras", explicó People, otro de los medios que asistió a la experiencia.

"Los invitados pueden construir una estancia en Halcyon de la manera que quieran: sumergirse por completo en un personaje y juegos de rol, aprender a usar los sistemas de armas en el puente, unirse a la Resistencia, vigilar a los soldados de asalto y al teniente Croy de la Primera Orden. O convertirse en un espectador observando fragmentos voladores de asteroides", agregó USA Today.

Las habitaciones son pequeñas, como las de un crucero

Disney lo aclara muchas veces: no es un hotel. No hay spa, no hay pileta, no hay gimnasio ni clases de spinning. Sí hay un restaurante con comida temática como camarones elucianos con hielo azul y carne de res bantha estofada. El vino o la cerveza, como otras bebidas alcohólicas, no están incluidos en el precio de la entrada: un mínimo de 11 dólares por cada trago, y otros 30 dólares por acceder a la mesa del capitán.

No hay que llevar ropa de playa o de gimnasio, aunque Disney sí recomienda llevar un atuendo especial. A diferencia de otros parques, donde piden no vestirse como los personajes de la experiencia, en Galactic Starcruiser Disney lo alienta. Todavía está definiendo una peluquería y un sector de maquillaje, pero ya se puede comprar ropa temática por unos módicos 100 dólares. 

Hay entrenamientos con sables de luz y misiones de todo tipo (NYT)

Además de los espacios clásicos, al parecer pequeños, como restaurante, parque (que es llamado "Simulador de Clima") y habitaciones, hay otros que se abren para misiones especiales o elementos de la historia, como  la bodega de carga, el bergantín y la bahía de ingeniería. La historia es única para cada pasajero, y el viaje se determina según las decisiones que tome o las onas con las que hable. Todos, sin embargo, llegan al mismo final: una épica batalla con sables de luz y un show de fuegos artificiales. Disney en su máxima expresión. "Es una de las cosas más geniales que he visto en mi vida", dijo Carina Ja a NYT.

Aunque debió vivir como reportero y no como personaje de videojuego, el Galactic Starcruiser finalmente llegó al corazón de Gartenberg. La experiencia logró su cometido: "Se siente como el siguiente paso para las modernas máquinas de la cultura pop que lo abarcan todo y que han llegado a dominar el entretenimiento: una franquicia que no solo puede amar, sino vivir".