Danyang-Kunshan: conocé el puente más largo del mundo y la nueva ruta de la seda
Parte de la línea de alta velocidad Pekín-Shanghái, este puente es un símbolo del poderío ingenieril y la ambición geopolítica de China para conectar Asia con Europa a través de su iniciativa "La Franja y la Ruta".
China inauguró el Puente Danyang-Kunshan, un viaducto de 164 km que batió el récord mundial. Esta megaestructura es una pieza clave en la estrategia de Beijing para dominar la infraestructura y el comercio global.
Imaginate un puente que conecta la Ciudad de Buenos Aires con Rosario. Esa es la escala del Gran Puente Danyang-Kunshan en China, una colosal estructura de 164.8 kilómetros que ostenta el Récord Guinness como el puente más largo del mundo. Más que un simple viaducto, esta obra es una declaración de intenciones.
Construido en solo cuatro años con el trabajo de 10.000 personas, el puente es una demostración de la capacidad de China para ejecutar megaproyectos de infraestructura a una velocidad y escala que ningún otro país puede igualar. Es una pieza fundamental de la red de trenes de alta velocidad más extensa del planeta.
Este récord de ingeniería no puede entenderse sin el contexto geopolítico. El puente es un eslabón del megaproyecto "La Franja y la Ruta" (Belt and Road Initiative), la estrategia de China para crear una red de corredores comerciales (terrestres y marítimos) que conecten el país con Europa, África y el resto de Asia. Analistas en relaciones internacionales señalan que los objetivos de esta iniciativa son:
- Asegurar rutas comerciales: Para sus exportaciones y la importación de recursos energéticos.
- Exportar su capacidad industrial: Empresas de construcción chinas ganan contratos millonarios en todo el mundo.
- Aumentar su influencia geopolítica: A través de la financiación de infraestructura en países en desarrollo, a menudo generando una "diplomacia de la deuda".
La escala de estos proyectos también genera controversia. Críticos señalan el enorme impacto ambiental de estas construcciones y el alto endeudamiento que generan en los países socios de China. El récord del puente Danyang-Kunshan es, por tanto, un monumento de doble cara: por un lado, un testimonio del progreso humano y la capacidad de superar límites de la ingeniería; por otro, el símbolo de una nueva forma de poder global que se construye con hormigón y acero.
