El Gobierno de Estados Unidos ha tomado una decisión significativa al designar a Colombia como un país de "tránsito o producción de droga".

Esta medida, anunciada por el presidente Donald Trump, se basa en el argumento de que el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles récord bajo la presidencia de Gustavo Petro.

La administración estadounidense ha incluido a Colombia junto a otros países como Venezuela, Afganistán, Ecuador y China en esta lista, lo que ha generado una respuesta crítica por parte del gobierno colombiano.

En un documento difundido por el Departamento de Estado, se acusa a Colombia de haber "incumplido manifiestamente" sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales antinarcóticos. Trump ha señalado que los intentos fallidos de Petro para llegar a acuerdos con grupos narcoterroristas han exacerbado la crisis, socavando años de cooperación entre ambos países.

Esta designación se atribuye exclusivamente al liderazgo político de Petro, según el mandatario norteamericano.

Por su parte, el presidente colombiano ha rechazado enérgicamente la decisión, argumentando que su gobierno ha incautado más cocaína que cualquier otro en la historia y ha desmantelado miles de laboratorios.

Petro ha defendido que no ha habido un aumento en los cultivos de coca, sino que la curva de crecimiento se ha mantenido estable desde el gobierno anterior. Además, ha acusado a políticos de derecha de influir en la decisión de Estados Unidos.

Petro ha destacado que la medida no implica sanciones contra Colombia y ha celebrado que ya no habrá obligación de movilizar fuerzas de seguridad estadounidenses, lo que, según él, pondrá fin a la dependencia del Ejército colombiano del armamento de Estados Unidos.

Esta decisión también ha sido vista como un alivio en términos de seguridad, ya que "ya no más policías muertos".

En cuanto a Venezuela, el gobierno estadounidense ha justificado su inclusión en la lista aludiendo al "régimen criminal del narcotraficante acusado, Nicolás Maduro".

Trump ha afirmado que Maduro lidera una de las redes de tráfico de cocaína más grandes del mundo y ha prometido llevarlo ante la justicia junto a otros miembros de su régimen. Esta declaración se produce tras un ataque del Ejército de Estados Unidos en el Caribe, donde murieron tres "terroristas" venezolanos.