INFLACIÓN DE ALIMENTOS

El consumo de alimentos y bebidas en España cae a su menor nivel en veinte años

La disparada de la inflación postpandemia se reflejó en los precios de los alimentos, y los españoles se vieron obligados a cambiar pautas de consumo

BAE Negocios

El consumo de alimentos en los hogares españoles alcanzó su nivel más bajo en 20 años, como consecuencia de la disparada de los precios por la elevada inflación postpandemia. 

Así lo indica el Informe Anual de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, que muestra que las ventas de alimentos y bebidas se redujeron un 0,4% en 2023 en comparación con el año anterior, alcanzando 26.806 millones de kilos o litros. Esta cifra es la menor registrada desde el 2003 y refleja una tendencia sostenida a la baja.

 

Reemplazos baratos

A pesar de la caída del consumo de alimentos en volumen, el gasto de los hogares en alimentación aumentó un 9,6% debido a la inflación, situándose en 89.975 millones de euros. El incremento de los precios, que alcanzaron un promedio de 3,01 euros por kilo o litro, explica el desajuste entre el volumen adquirido y el gasto total. Este fenómeno, impulsado por el alza de costos, afectó a todas las categorías, excepto a los supermercados y tiendas de descuento, que experimentaron ligeros crecimientos.

El impacto de la caída del consumo de alimentos se evidencia también en el sector de bebidas alcohólicas, con una reducción del 10,3% en las ocasiones de consumo dentro del hogar en los últimos cinco años. Sin embargo, otros productos como el huevo y las legumbres vieron un incremento en su consumo doméstico, destacando como opciones más baratas en un contexto de aumento de precios.

 

Hábitos

El aceite de oliva es otro ejemplo clave de cómo la caída del consumo de alimentos afecta el mercado. Desde 2003, el volumen de aceite de oliva comercializado cayó un 33%, pero su valor en euros aumentó un 74,7% debido a la inflación. Este fenómeno también se repite en otras categorías como el pescado fresco y las pastas alimenticias, cuyos precios se dispararon, reflejando un cambio en los hábitos de consumo de los españoles.

Un estudio de Kantar confirma que la caída del consumo de alimentos favoreció el auge de cadenas de supermercados regionales y de bajo costo. Establecimientos como Consum en Valencia y BM en el País Vasco están ganando terreno en el mercado, capturando un 17,7% de participación. Los consumidores optan por estas cadenas por su cercanía y precios competitivos, sobre todo en productos frescos y perecederos.

 

Comer afuera

La caída del consumo de alimentos se refleja también en el consumo fuera del hogar. En 2023, los españoles compraron 30.728,56 millones de kilos o litros de alimentos y bebidas, lo que representa una disminución del 0,7% respecto al año anterior. Aunque el gasto total en alimentación fuera del hogar aumentó un 7,5% debido a la inflación, el volumen consumido por persona cayó significativamente, con un descenso del 25% en comparación con 2019.

El sector alimentario continúa enfrentando el desafío de la inflación y la caída del consumo de alimentos, con un impacto visible en diversas categorías. Los hogares españoles buscan alternativas más económicas y reducen el consumo de productos considerados no esenciales, como las bebidas alcohólicas. 

 

Tendencias

El estudio del ministerio también analiza las tendencias y hábitos de alimentación de los españoles y refleja un avance en la frecuencia de consumo diario de los platos cocinados con huevos, pasta y legumbres como principal elemento. 

Las recetas más preparadas en 2023 fueron las ensaladas verdes, las pizzas, las ensaladas de tomate y la pechuga de pollo, seguidas de las lentejas, la tortilla de papas, la sopa de fideos y los macarrones.

En el caso del huevo como fuente de proteína más barata frente a carne o pescado, alcanzó el año pasado un récord de facturación y consumo. 

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