La primera ministra de Bangladésh, Sheikh Hasina, renunció y abandonó el país, en medio de los violentos disturbios que ya causaron cientos de muertos y heridos en los últimos días. Hasina había recibido un ultimátum de las fuerzas armadas para que dejara su puesto, informan medios internacionales.

Luego de conocerse la noticia, cientos de manifestantes asaltaron la residencia de Hasina. En redes sociales se difundieron videos de multitudes corriendo dentro del terreno, ondeando banderas nacionales mientras celebraban.

Una fuente cercana a Hasina, de 76 años, había declarado que la renunciante funcionaria había abandonado su palacio para dirigirse a un "lugar más seguro", huyendo de la capital, Daca, en helicóptero.

Antes de que los manifestantes irrumpieran en el recinto, el hijo de Hasina instó a las fuerzas de seguridad del país a bloquear cualquier toma de posesión por parte de otros dirigentes.

 "Su deber es mantener a salvo a nuestra gente y a nuestro país, y defender la Constitución", dijo Sajeeb Wazed Joy, residente en Estados Unidos, en un mensaje publicado en redes. "Significa que no deben permitir que ningún gobierno no elegido llegue al poder ni un minuto, es vuestro deber", agregó, según el sitio RTenespañol.

Las Fuerzas Armadas habían expresado su respaldo al gobierno de Hasina durante los disturbios y hasta hace pocas horas. Las protestas se iniciaron en contra de las cuotas de empleo en la función pública y luego se intensificaron con llamamientos crecientes para que la premier renunciara.

El oficial de más rango del Ejército bangladesí, el general Waker-Uz-Zaman, anunció que se formará un gobierno interino para dirigir el país. "Asumo toda la responsabilidad", indicó. "El país ha sufrido mucho, la economía se ha resentido, muchas personas han muerto, es hora de poner fin a la violencia", aseguró.