TESTAMENTO

Cómo dejar una herencia sin conflictos: claves legales y la lección del caso de Beatriz Sarlo

El testamento de la escritora abrió un debate sobre cómo planificar a quién dejar el patrimonio de forma correcta. Qué dice la ley, qué tipos de testamento existen, y cómo evitar que el legado termine en disputa judicial.

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Un tuit de X desató la novela menos pensada. “Ayer fui a una disquería que tiene un lote grande de Beatriz Sarlo, edificiones de época de jazzy música clásica. Oro en polvo”, escribió Vanessa Bell @cremetoursBA el día 20 de junio. Fue tal el impacto que lo borró enseguida. Ahí nos enteramos que su ex marido, el arquitecto y diseñador Alberto Sato Kotani se disputa con el encargado del edificio en el que vivía la escritora, uno de los departamentos.

Beatriz Sarlo no tuvo hermanos ni hijos, estaba separada pero no divorciada. Se habían casado cuando Sato tenía 20 años y ella 21. En 1975 Sato se exilió en Venezuela y luego a Chile, donde vive con su actual pareja. La escritora puso su biblioteca y archivo (con fotos, cartas, programas de mano de espectáculos a los que asistía, revistas y apuntes) en manos de la profesora Sylvia Saitta, su discípula, docente y directora de la colección Biblioteca Beatriz Sarlo. 

La escritora vivía en un departamento de 82 metros cuadrados en un edificio de la calle Hidalgo en el barrio de Caballito. Parece que sólo dejó un testamento ológrafo que está en poder de la Justicia y debe ser peritado. Lo curioso es que excluyó como legatario al ex marido y dejó a Melanio Alberto Mesa López, el encargado de su edificio, el testamento ológrafo en el que le habría legado el departamento en el que vivía, en el último piso y le habría encomendado el cuidado de su gatita Nini, que era de su última pareja el cineasta Rafael Filipelli. 

“Quiero dejar certificada mi voluntad de que, en caso de mi desaparición u otro accidente, Alberto Meza,  quedas a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedas a cargo de mi gata Nini, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo” firmó en un papel con fecha 2 de agosto de 2024, tal cual pide la ley.  No tiene tachaduras, nada que lo vuelva irregular, al parecer. 

El ex marido vino de Chile y puso el grito en el cielo, su círculo de amigos que pensaba crear un “fideicomiso cultural” con el dinero de la venta de las propiedades para crear una fundación cultural o algo similar. La escritora cuenta además con un departamento en la calle Talcahuano.

Lo cierto es que el encargado impugnó a Sato como legatario, alegando que hace más de 50 años se encontraba separada de hecho.  El ex marido, apeló la decisión. Luego convivió con Rafael Filipelli desde 1984 hasta 2023, cuando él falleció. El departamento lo compró en 2004 y dijo que era soltera. Se sabe que el encargado fue quién internó a Sarlo, a pedido de la autora. 

La pregunta es qué recaudos hay que tomar a la hora de dejar una herencia. “Hay tres formas de encausar los bienes de una persona, luego de su fallecimiento: el juicio de sucesión (cuando la persona no ha dejado su voluntad expresada en un testamento es la justicia, que en base a lo que determina la ley distribuye los bienes), el testamento frente a una escribanía con firma certificada y el testamento ológrafo (escrito de puño y letra por la persona, con firma y fecha). En todos los casos, el poder judicial interviene para verificar que el testamento cumpla con los requisitos legales y para que los bienes sean registrados a nombre de sus nuevos propietarios”, señaló la abogada Sabrina Cartabia.  

Ante la sorpresa de todos, Beatriz Sarlo, habría decidido dejar su departamento y su gata a don Melanio Alberto, el encargado. Lo que a muchos sorprendió, parece de lo más normal. La abogada Cartabia aclaró: “El testamento ológrafo es completamente válido, igual que otro hecho frente a un escribano. Hay que comprobar la validez de letra y firma y el estado de lucidez del momento enque lo firmó. Un dato a tener en cuenta es que si Sarlo no estaba divorciada, hay una legítima porción de los bienes que no se puede testar y queda para los herederos forzosos: hijos o marido. Cuando se hace la sucesión hay que respetar le legítima herencia que para hijos es dos tercios y para el marido es la mitad. En este caso, Sarlo no tuvo hijos, podía testar el 50% es restante para quien quiera, porque aunque esté separada, al no tener papeles, su ex marido, sigue siendo su heredero forzoso. Si es igual o menor a la mitad del patrimonio que dejó no habría problemas.”

Con el nuevo código civil reformado en 2015, varios puntos cambiaron. “Soy única hija, cuando mi padre murió dejó un testamento donde dejaba a su última mujer el 50% de sus bienes, pero además le sumó un tercio más para favorecerla. Me enteré que tenía hecho un testamento donde le donaba el 20% que era lo máximo permitido hasta 2015, cuando el código civil cambió pudo donarle un tercio más y decidió hacer un  nuevo testamento”, cuenta Matilde, como ejemplo de cómo un padre puede beneficiar o perjudicar a sus hijos.

Qué pasa cuando la persona no hace ninguna clase de testamento, no tiene hijos, ni marido o esposa. “Si hay familiares heredarán hasta el cuarto grado de parentesco. Si no hay, el patrimonio queda para el Estado”, explicó la doctora Cartabia. 

Una vez que se declaran los herederos comienza el juicio de sucesión, que puede tardar en promedio dos años. “La mayor complicación que se da es que los herederos no se pongan de acuerdo en cómo dividir los bienes. En ese caso, el poder juidicial decide hacer un remate judicial para vender tal o cual bien. No es lo más aconsejable llegar a la venta judicial”, explicó la abogada.

Mientras tanto la novela de la herencia de Sarlo se debate en las redes con vecinas que opinan y hablan de la buena relación que tenía con el encargado, con sus amigos que quieren resguardar su obra y algunos aclaran que la escritora tenía en el último tiempo un deterioro cognitivo. Todo habrá que probarlo ante la justicia. 

Lo cierto es que este debate ayuda a pensar,  que es necesario dejar en claro a quiénes se legan los bienes, antes que quede en manos del Estado o lo herede algún sobrino o sobrina lejana que nadie sabía que existía. Con un papel y un escrito con firma, fecha y sin tachaduras alcanza. Mejor asesorarse, para que tenga validez. 
 

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