El penthouse de Corina Kavanagh bajó casi un 70% su precio pedido en 2007. Remodelado íntegramente, el piso 14  busca comprador y hasta se puede negociar una financiación muy interesante. Desde junio, hubo 6 interesados en comprar este icónico piso. Parece que un extranjero, sería el que más avanzó con las negociaciones.  

Es una de las residencias más interesantes de la ciudad ubicada en Florida 165 en el Kavanagh,  un edificio de 1936, el mismo año que se inauguró el Obelisco. Corina Kavanagh  mandó a construirlo y revolucionó todo lo conocido en el país y eligió el 14 A, el piso más grande para vivir. En ese entonces fue el rascacielos más alto de Sudamérica y el primer edificio del mundo íntegramente construido en hormigón armado. Diseñado por los arquitectos Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre se convirtió en un ícono del “estilo art déco racionalista”. Fue declarado Monumento Histórico Nacional y reconocido por la UNESCO como parte del Patrimonio Mundial de la Arquitectura Moderna.

El piso 14 es una joyita, aseguran los que saben, con vistas y espacios verdes inigualables. Tiene una superficie de 750 metros cuadrados totales, 250 cubiertos y 50 semicubiertos. Cuenta con vistas panorámicas de 360 grados al Río de la Plata, Plaza San Martín y la Ciudad. El penthouse tiene 5 dormitorios en suite, dos de ellos con salida a terrazas privadas con vista a Plaza San Martín, otra hacia la Basílica del Santísimo Sacramento. El dormitorio principal tiene 98,31 metros cuadrados totales de los cuales 60 son de su habitación y los 28,31 metros cuadrados son de su terraza, a la que sólo se accede por la pieza. De los 5 baños, sólo uno conserva sanitarios y grifería originales de época. Además cuenta con un toilet. 

 

Desde hace 45 días, el lord inglés propietario de este departamento decidió cambiar de comercializador, porque quiere que esta vez, se venda sí o sí. Con un valor más accesible, en 2007 pedían 9.333 dólares por metro cuadrado, ahora piden 3.466 dólares, el precio resulta mucho más tentador. Teniendo en cuenta que en Puerto Madero o zonas premium cercanas el valor del metro cuadrado asciende de 5.000 a 7.000 dólares.

“El departamento se vende a 2.600.000 dólares, paga de expensas 2.300.000 pesos que incluye calefacción, agua, seguridad, conserje.  No tiene cochera. Paga de ABL $300.000 mensuales. Esta reciclado a nuevo, todo el sistema de calefacción es individual. No es un departamento, es un monumento histórico. Es muy funcional para vivir, con tres terrazas, ventanales y mucha luz”, señaló Pablo Barrera, gerente comercial de M&M Propiedades.

La variación de precios del piso 14 del Kavanagh

El piso salió a la venta en 2007, en ese entonces la propiedad estaba valuada en 7,9 millones de dólares. A ese precio, no consiguió comprador y dos años más tarde, en 2009, el valor bajó a 6 millones de dólares.  Pasaron los años y la propiedad fue bajando de precio, en 2017, pedían 3,9 millones de dólares. En 2019, fue rebajada a 3,5 millones de dólares; en 2021, le mermaron un millón de dólares y pedían 3,4. En el año 2022, hasta rebajó la propiedad 5 millones de dólares y lo ofreció a 2,9 millones de dólares, pero nadie lo compró. Por eso, esta vez es el precio ofrece una gran oportunidad.

En este mes y medio tuvo 6 interesados: varios extranjeros; un reconocido actor; un ex jugador de fútbol y representante de jugadores; hasta el asesor de un ex presidente se contactó para consultar si en caso de comprar la propiedad, se podía ocupar a la brevedad. Vale aclarar que hoy vive un italiano, amigo del lord inglés. 

Se puede pagar en cuotas el piso más icónico del Kavanagh

Un austríaco sería uno de los más interesados que quedó deslumbrado con el departamento de Corina Kavanagh. La gran novedad es que a falta de financiación para comprar la propiedad, hay una chance de pagar la mitad y financiar el resto en 5 años. Una alternativa podría ser en 72 meses. La financiación no la da un banco, sino el propietario. 

El piso 14 A deslumbra a todos los que lo visitan. Cuenta la leyenda que “este departamento fue la residencia personal de Corina Kavanagh, quien financió el proyecto como una declaración de poder, modernidad y desafío social. Rechazada por la familia Anchorena —debido a su falta de linaje aristocrático— Corina decidió construir el edificio más imponente de la época, bloqueando con él la vista desde el Palacio Anchorena hacia su capilla privada”.

 

Pero estudiosos como Mariela Blanco, especialista en patrimonio histórico y autora del libro “La historia es noticia” da otra teoría. “Alrededor del edificio Kavanagh también hay un mito que no por inverosímil deja de repetirse. Señala que el rascacielos ubicado frente a Plaza San Martín solo fue construido por Cora Kavanagh (viuda y millonaria de 46 años) para vengarse de quien pudo haber sido su futura suegra, Mercedes Castellano de Anchorena, que no le permitió casarse con su hijo Aaron. Dicen que lo único que se buscaba con la construcción del edificio de hormigón armado más alto de Sudamérica era taparle la visión a la Marquesa Pontificia de la Basílica del Santísimo Sacramento que podía ver desde su mansión (el actual Palacio San Martín).Esto sería falso porque el Kavanagh fue construido en 1936 mientras que María Luisa de las Mercedes Castellanos de la Iglesia murió en 1920”.

Pero atenti, Mariela Blanco aclara “lo que sí es cierto es que el Kavanagh le tapa a la casa de Mercedes Castellano de Anchorena toda la visual de la Basílica donde descansan hoy sus restos. Tampoco hay constancia del romance frustrado ni de la rivalidad de estas damas así que el rascacielos -símbolo de la modernidad porteña- encierra hasta el día de hoy la fake news de una venganza arquitectónica que no existió”, explicó Blanco.

A la dueña del piso más codiciado del Kavanagh no le faltaban candidatos. “Corina tuvo cinco matrimonios, algunos de ellos fallidos. Cuando conoce a Aaron ya era viuda. No era la nuera que una madre de alta alcurnia esperaba. Tenía 46 años, era una nueva rica. Era muy bella, además de inteligente, supo multiplicar el patrimonio que heredó. Siempre fue muy hábil para los negocios, era coleccionista de obras de arte. Fue una mujer empoderada,  impulsora de romper con esa hegemonía que había. En medio del Palacio Paz y todo lo que rodea a Plaza San Martín creó un edificio esbelto, racionalista”, señaló Blanco.

Su espíritu moderno y de vanguardia está en el piso que eligió para vivir. El departamento más grande, que tiene forma de proa. El que tiene tres jardines que le permitieron verlo todo. Sigue a la venta, pero parece que por fin, se romperá la mala racha y encontrará un nuevo dueño.