El Gobierno apura las negociaciones con la oposición autodenominda "dialoguista" para ratificar algunos puntos centrales del proyecto de la Ley Ómnibus y el paquete fiscal. Los principales ejes que están en discusión son privatizaciones, Ganancias y Bienes Personales. Sin embargo, en Diputados temen desatar fricciones con el Senado, si insisten con la versión original. 

El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal, se reunieron esta tarde con los referentes parlamentarios de las bancadas opositoras que están dispuestas a acompañar al oficialismo en la votación en la Cámara baja. La semana anterior ya habían empezado a conversar, después de la aprobación de ambas iniciativas en el Senado. A pesar de las modificaciones que pactaron con los senadores opositores, les habían hecho saber a los diputados que su intención era sancionar el texto sin cambios. 

Del encuentro participaron Miguel Ángel Pichetto y Oscar Agost Carreño, de Hacemos Coalición Federal; Rodrigo De Loredo, de la UCR; Silvia Lospennato y Silvana Giudici, de PRO; y Juan Manuel López, de la Coalición Cívica. 

Los funcionarios nacionales plantearon una propuesta más ambiciosa de la que esperaban algunos de los legisladores y dejaron entrever que no tienen compromiso alguno con los senadores, menos aún con los cambios que se introdujeron en la sesión de la semana pasada.

Sobre la figura del “trabajador independiente con colaboradores”, que habilita a que alguien pueda contratar hasta 3 empleados para la realización de un emprendimiento productivo, pidieron que ese número se extienda a 5, como estaba en el proyecto original. También quieren que los organismos vinculados a la cultura vuelvan a estar dentro de los pasibles de ser disueltos.

Otro de los capítulos que Rolandi propuso rever es el referido a la eliminación de la moratoria previsional, que fue removido por el Senado y que el gobierno de Javier Milei busca que se reincorpore. Sin embargo, los libertarios no tienen muchas esperanzas de que eso suceda ante la resistencia de la mayoría de los diputados, incluso de aquellos que están convencidos de que hay que acompañar al oficialismo. 

Los principales pedidos se centraron en que Aerolíneas Argentinas, el Correo, y Radio y Televisión Argentina (RTA) vuelvan a estar en el listado de las empresas sujetas a privatizar. También buscan bajar la alícuota de Bienes Personales a 0,5% y que se restablezca la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, a pesar de que ambos temas fueron rechazados por la Cámara alta.    

El principal problema con el que se toparon los emisarios de Milei es la fractura interna del bloque de la UCR, que echa por tierra cualquier posibilidad de contar con la totalidad de los votos de ese partido (34). No sólo entre los diputados radicales hay diferentes miradas sobre estos tramos de los proyectos, sino que además desde el Senado les advirtieron a sus compañeros de espacio que no pueden votar en contra de lo que el radicalismo negoció con el Ejecutivo nacional, justamente a cambio de apoyar las leyes. 

"Si los senadores radicales pidieron sacar algunos artículos de la ley, que ahora el Gobierno quiere reponer, que lo digan públicamente. El caso de Ganancias y Bienes Personales es distinto, porque no fue parte de ninguna negociación, votaron en contra y listo, así que no pueden reclamar nada", dijeron desde el bloque que encabeza De Loredo.

En la reunión que la bancada radical de diputados mantuvo esta mañana, previo al encuentro con Rolandi e Ibarzabal, no llegaron a ninguna síntesis. Fernando Carbajal -que responde a Facundo Manes- sostiene que Ganancias y Bienes Personales fueron rechazados, por lo que no sería posible insistir con algo que directamente quedó fuera del proyecto. En ese sector tampoco están muy convencidos de ir detrás de los pedidos de La Libertad Avanza respecto a las privatizaciones. 

A eso se suma que un grupo de senadores de la UCR emitió este martes un comunicado en el que solicita a Diputados que "evalúe los aportes a conciencia y los considere para acompañarlos en su sanción definitiva".

"Cumplimos el rol para el que la sociedad nos eligió y que espera de nosotros. No votamos a libro cerrado, ni somos un engranaje más de la 'máquina de impedir' que sólo obstaculiza, demora y bloquea los cambios. Estamos convencidos, que el trabajo desarrollado mejoró los proyectos", subrayaron en el escrito. 

Para calmar las tensiones, los diputados radicales ataron su postura a lo que digan los gobernadores, con quienes mantendrán una reunión por zoom el fin de semana largo.