Las negociaciones entre La Libertad Avanza y la oposición se aceleraron en las últimas horas con el fin de terminar de pulir el texto del proyecto de la Ley Ómnibus, que será debatido este miércoles en una sesión maratónica. El oficialismo retiró el capítulo fiscal, achicó el número de materias en cuanto a la delegación de facultades y dio de baja el traspaso de las acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) al Tesoro nacional. También se mostró  dispuesto a dejar para otro momento la discusión sobre el Régimen de Pesca y la Ley de Biocombustibles. Sin embargo, todavía quedan varios artículos por analizar, uno de ellos el de privatizaciones de las empresas públicas.

En las últimas veinticuatro horas, los teléfonos de los legisladores que repiten en privado y en público que quieren colaborar no dejaron de sonar. Las conversaciones a distancia y cara a cara entre funcionarios del Ejecutivo nacional y los gobernadores de Juntos por el Cambio y del peronismo no kirchnerista (Martín Llaryora, de Córdoba; y Osvaldo Jaldo, de Tucumán) se multiplicaron. También los contactos entre los mandatarios radicales y de PRO con los diputados de ambos espacios y de Hacemos Coalición Federal, quienes por la tarde se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para delinear una postura en común. Al encuentro se sumó el ministro del Interior, Guillermo Francos. 

El funcionario nacional les prometió a los gobernadores que el Gobierno accedería a su reclamo para que se coparticipe el impuesto PAIS (30% para las provincias), pero en la oposición prefirieron mostrarse cautos hasta ver que eso se vuelque al proyecto de ley. 

Más temprano, en la Cámara de Diputados, los jefes de los bloques opositores entraron varias veces al despacho del presidente de ese cuerpo, Martín Menem, para negociar algunos puntos, en una especie de previa de lo que será la reunión de Labor Parlamentaria este martes a las 19. El consultor Santiago Caputo fue el encargado de llevar adelante las conversaciones con la autodenominada oposición "responsable", al igual que lo hizo en los últimos días. Para ese momento, los integrantes del bloque radical, que preside Rodrigo De Loredo; y de Hacemos Coalición Federal, que conduce Miguel Ángel Pichetto, ya tenían en sus manos el texto con los últimos cambios, en el que se plasmó la promesa del ministro de Economía, Luis Caputo, de remover el blanqueo, la moratoria, el anticipo de Bienes Personales, la suba de las retenciones y los cambios en la fórmula de movilidad jubilatoria. También quitaron el artículo en el que se disponía la transferencia de los activos del FGS al Tesoro nacional.   

Todavía quedaban varias cuestiones por resolver. La oposición insistió en que la privatización de las empresas públicas no puede ser tratada en bloque y cada una debe ser aprobada por el Congreso; al mismo tiempo remarcaron que es preciso suprimir las delegaciones de facultades en materia energética y tarifaria; en cuanto a seguridad, hay miradas diferentes dentro del radicalismo. En este punto, La Libertad Avanza solo atendió el pedido que venían haciendo respecto a lo previsional. 

El oficialismo le acercó a los legisladores opositores una planilla de cinco páginas, bajo el título "Semáforo LLA- Ley de Bases", en el que están marcados en violeta los temas que no negociarán y en amarillo los que podrían retirarse de la iniciativa (el Régimen de Pesca, Biocombustibles, Divorcios, Impuestos internos, transisción energética y contratos de franquicias, suministro y concesiones). 

Más allá de algunos detalles, en la bancada oficialista, que conduce Oscar Zago, estaban confiados en que finalmente se llegará a la sesión de este miércoles, que calculan durará más de 40 horas, con los votos necesarios para aprobar el proyecto que envió el Ejecutivo nacional. Tendrán todo el martes para seguir con las negociaciones, incluso luego en el propio recinto.