SINDICALISMO

Clima de época: morosidad y tensiones en la previa del congreso de la CGT

El cumplimiento de las cuotas gremiales vuelve al centro del debate antes del congreso del 5 de noviembre. Dirigentes cuestionan los criterios de participación y advierten que la morosidad de algunos sindicatos genera desigualdad en la toma de decisiones

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El escenario económico de estos días con un mercado laboral donde el empleo registrado no supera el 50%, también se refleja en las cuestiones internas del movimiento obrero. Como postal de época, a pocas semanas del congreso de la CGT que deberá definir el 5 de noviembre su nueva conducción en Azopardo, surgen señales de tensión económica y política.

En un contexto marcado por la incertidumbre, con la reforma laboral entre las prioridades del Gobierno y un clima de despidos, suspensiones y caída del consumo, emergen además detalles específicos vinculados a la organización del congreso cegetista.

Entre ellos, una variable sensible: los aportes sindicales y la morosidad en los pagos por parte de algunas organizaciones. Este aspecto, que siempre genera debate, vuelve a ocupar el centro de la escena, no solo por las dificultades económicas sino también por su incidencia en la estrategia política que cada gremio llevará al encuentro de noviembre.

Según confirmaron diversas fuentes a BAE Negocios, existe malestar entre los dirigentes por las diferencias en los criterios de representación. “Hay tensión porque algunos gremios no están al día con el pago de las cuotas por todos sus afiliados, pero igualmente mantienen o amplían su representación, por ejemplo, con 17 congresales con derecho a voto”, resumió un referente sindical con mirada crítica sobre la actual conducción.

Otro dirigente, también consultado, coincidió: “Los que cumplimos regularmente con los pagos sentimos que el criterio aplicado nos perjudica”. Sin embargo, reconoció que el difícil contexto económico afecta a varios sectores: “Hay gremios mutilados por las políticas de la gestión libertaria, especialmente en el transporte público, el textil y las manufacturas, pero debemos ser prolijos para cumplir las normas”.

Respecto de si esta situación podría alterar el normal desarrollo del congreso, las opiniones se dividen. Algunos consideran que “todavía hay tiempo para corregir las cosas”, aunque admiten que las comunicaciones internas sobre el tema generan exasperación. Otros recuerdan que “hacia el final del proceso suelen otorgarse moratorias para que los deudores regularicen su situación y sumen más delegados o congresales, lo que provoca malestar por falta de equidad”.

“Buscando un símbolo de paz”

Entre los dirigentes con mayor experiencia en las convocatorias cegetistas, se destaca que, más allá del folclore habitual que acompaña cada congreso, la cuestión administrativa y estatutaria es clave. Para participar, explican, cada sindicato debe tener a sus afiliados al día con el pago de la cuota gremial, aunque los estatutos específicos pueden incluir requisitos adicionales como la antigüedad en la afiliación o la actividad laboral.

El repaso de estas condiciones no es menor: la Ley de Asociaciones Sindicales establece que estar al día con los aportes constituye un requisito general e indispensable para participar con derecho a voto en los congresos y asambleas, base sobre la cual se define la representatividad en la central obrera más importante del país.

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