El paro universitario se extiende en el país y con miras a profundizarse
Conadu Histórica denunció la falta de paritarias desde septiembre de 2024 y advirtió que los incrementos anunciados son insuficientes para recuperar los salarios. AGD UBA prepara nuevas medidas y se vislumbra otra Marcha Federal en defensa de la universidad pública y gratuita
El ajuste de salarios y fondos públicos con impacto en la enseñanza que defnió como tónica de su economía el gobierno, desde diciembre de 2023, deviene en conflictos con el personal de diferentes sectores de la actividad pública y privada. En cuanto a las prestaciones estatales la docencia de las universidades nacionales mantiene un paro en todo el país durante esta semana por la convocatoria a paritarias para definir un aumento salarial. A esta altura del corriente los profesores y estudiantes deberían haber iniciado el segundo cuatrimestre.
La medida de fuerza, decretada por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu Histórica), tiene como eje la falta de paritarias para ese núcleo desde septiembre de 2024.
Laura Carboni, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (AGD UBA), denunció: “Desde junio hasta la fecha no cobramos ningún aumento y desde agosto percibiremos una secuencia de minicuotas que no servirán para recuperar nuestros salarios devaluados. Para ganar lo mismo que en noviembre de 2023 necesitaríamos un 45% de aumento”.
Según el esquema vigente, los docentes universitarios percibirán este mes un 1,3% correspondiente a junio y julio; en septiembre, 1,3%; en octubre 1,2%; en noviembre 1,1%; y en diciembre 1,1%.
“Con salarios de $240.000 se profundizaron las renuncias de docentes que migran a otras actividades profesionales, así como la pérdida de equipos de enseñanza e investigación que tardaron años en conformarse”, advirtió Carboni. Y agregó: “Milei se propone la destrucción de la universidad pública por medio de la asfixia salarial de sus docentes”.
Desde la AGD UBA anunciaron que continuarán con paros rotativos de 48 horas en las próximas semanas y que se prepara una nueva Marcha Federal en defensa de los salarios y de la universidad pública y gratuita.
Carboni concluyó: “Necesitamos un plan de lucha sistemático hasta obtener la recomposición de nuestros salarios e impulsar la unidad con el Hospital Garrahan, con los trabajadores del Conicet, con los jubilados y con todos los sectores afectados por este gobierno. Por eso preparamos un plenario nacional que se realizará el próximo sábado en la Facultad de Ciencias Sociales”.
El conflicto salarial universitario se enmarca en un deterioro generalizado del poder adquisitivo del sector público, afectado por la falta de acuerdos paritarios y por incrementos muy por debajo de la inflación. Según datos de la propia Conadu Histórica, el salario inicial de un docente universitario con dedicación simple se encuentra por debajo de la línea de pobreza medida por el INDEC, mientras que en el caso de la dedicación exclusiva, los ingresos apenas superan la canasta básica total. Las federaciones advierten que la situación compromete la calidad académica y amenaza con un vaciamiento progresivo de la universidad pública argentina, históricamente reconocida por su gratuidad y excelencia.
Los sindicalistas del sector realzan que el paro universitario no es un hecho aislado, sino una postal de un Estado que, bajo la presión del ajuste, relega salarios y derechos laborales a un segundo plano. “En la docencia, la salud, la ciencia y la administración pública, el denominador común es el mismo: la asfixia presupuestaria que erosiona las capacidades del país para sostener sus pilares de conocimiento, producción y desarrollo”, manifestaron al reivindicar los reclamos.