Los trabajadores de Sanidad cumplen este viernes paros de 3 horas por turno en reclamo de la mejora salarial pendiente de 2020. Dentro del escenario descripto, y de no mediar respuesta empresaria, crece posibilidad de una medida de fuerza por 24 horas está prevista para el martes.

Tanto la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) como la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (Atsa) destacaron la adhesión a la medida de fuerza.

El referente sindical del sector y cotitular de la CGT Héctor Daer le ratificó a BAE Negocios que "las urgencias son atendidas" y que "la única chance de acuerdo es que los empresarios resuelvan la recomposición salarial".

"La Sanidad de todo el país está de paro en reclamo por una recomposición salarial justa y digna, exigimos que se reconozca nuestro esfuerzo", le resumió a este diario el sindicalista.

A través de la red social Twitter Daer también destacó el acompañamiento de la medida por parte de los afiliados al gremio.

En los mismos términos recordó que con la paritaria 2020 sin definirse, bajo la emergencia Covid-19 a punto de comenzar la "segunda ola", con los trabajadores del sector declarados esenciales y demás alternativas, en semanas deberán negociar el salario de convenio 2021.

A esta altura, como ya reseñó este diario, el conflicto en Sanidad se expande no sólo respecto a los 200.000 trabajadores que tutela Fatsa en todo el país, sino que tiene vertientes económicas, empresarias, de presupuesto como que también abarca e impacta en el Gobierno nacional.

En efecto, las empresas de salud admiten que todavía no abonaron el 15% correspondiente a los sueldos de 2020 pero ofrecen argumentos. Desde la Federación Argentina de Prestadores de Salud (Faps) detallan que en pleno desarrollo de la crisis Covid-19 tienen un "retraso en los valores de las prestaciones", como que la situación de muchas prestadoras está "al límite de la subsistencia".

A la hora de sumar porcentajes contables a sus dichos consideran que el retraso arancelario de prestaciones ya superó el 55%.

En la mensura empresaria, con números que también analiza la dirigencia sindical, el rol del Estado aparece "pendiente de una necesaria reacción" frente a decisiones políticas tomadas.

Como ejemplo detallan el incremento del presupuesto del PAMI por encima de otras áreas de salud, incluso superando el monto de fondos del servicio de jubilados y pensionados a lo asignado para el sistema de obras sociales sindicales.

"Ni por asomo se trata de minimizar la mejora de sueldos pendiente, porque la urgencia salarial no se negocia y la recarga de trabajo apreciable desde que estalló el coronavirus", consideran. Y acotan que la crisis salarial paritaria 2020 "es muy grave y también es un síntoma de un desajuste evitable". Luego de las asambleas que por citar sólo algunos establecimientos de salud se desarrollaron a las puertas del Sanatorio Güemes, Otamendi, desde las organizaciones sindicales lamentaban, ya entrada la noche, que no habían recibido "un sólo llamado o al menos un mensaje".

Respaldo de los médicos

El Sindicato Médico AMRA, como parte de un colectivo gremial y de lucha por los trabajadores de la salud, decidió apoyar el plan de lucha de Fatsa. “Desde AMRA seguiremos de cerca este reclamo y continuaremos brindando nuestro acompañamiento para los compañeros y compañeras.

Los trabajadores de la salud merecen un total respaldo por parte de todos los gremios que los representan", resaltaron a través de un comunicado.