Mike Penninger, a sus 71 años, estaba convencido de que sus días de búsqueda de tesoros habían llegado a su fin. Después de tres décadas explorando naufragios en la costa atlántica, emergiendo con monedas, anillos y otros artefactos, el veterano buzo y capitán de barco de Florida estaba a punto de colgar su traje de buceo para siempre. Sin embargo, una inesperada aventura lo llevó a un descubrimiento que reavivó su pasión.

 

 

 

Pequeños restos de un naufragio

Todo comenzó una mañana frente a la costa de Sebastián, Florida. Penninger y su tripulación, mientras exploraban el fondo del océano, encontraron algo que jamás imaginaron: decenas de monedas españolas de un naufragio del siglo XVIII.

“Es mucho trabajo,” dijo Penninger sobre la búsqueda de tesoros,  “Estoy demasiado viejo. Tengo casi 72 años y estaba pensando, ‘Estoy hecho con esto.’ Al día siguiente, ¡bam!, encontramos las primeras 100 monedas” comentó.

Cómo eran las monedas españolas del siglo XVIII

La emoción fue palpable. Entre el 30 de mayo y el 16 de junio, la tripulación encontró más de 200 monedas. El hallazgo se remonta a la legendaria Flota del Tesoro Española de 1715. Aunque las monedas estaban corroídas y oxidadas, con grabados descoloridos y bordes irregulares, Penninger y su co-capitán, Grant Gitschlag, reconocieron inmediatamente el valor de su descubrimiento.

“Llevamos haciendo esto tanto tiempo que puedes identificarlo,” comentó Gitschlag, de 32 años. “Las monedas españolas de esa época eran muy distintivas, todas de formas irregulares. La gente ni siquiera piensa que son monedas porque no se parecen a una.”

Junto a Penninger y Gitschlag, los buzos Nick Amelio y Corinne Lea lideraron la expedición en el Lilly May, bajo la supervisión de 1715 Fleet — Queen’s Jewels LLC. Esta empresa, nombrada custodio exclusivo del naufragio por los Tribunales de Distrito de Estados Unidos, se encarga de la distribución de los artefactos encontrados en territorio estadounidense. Los hallazgos serán divididos entre la empresa y el Estado en mayo próximo.

Mike Penninger (izquierda), Corinne Lea, Nick Amelio y Grant Gitschlag muestran sus hallazgos en un barco cerca de Sebastián

 

 

El valor histórico de este hallazgo

Aunque aún no se determinó el valor exacto de las monedas, debido a su estado tras siglos en el fondo del océano. Sin embargo, el director de la flota de 1715, Sal Guttuso, subraya que el valor histórico supera al monetario. “La valoración puede ser complicada. Los valores monetarios de estos artículos solo se pueden establecer una vez vendidos, y muchos de estos no se venderán, sino que irán a museos y colecciones privadas,” explicó.

La historia detrás de estos tesoros es tan fascinante como su descubrimiento. Las monedas pertenecían a un par de barcos del tesoro español que zarparon desde Florida y Cuba en julio de 1715. Un huracán destruyó los barcos, dispersando el oro y la plata que transportaban y causando la muerte de unas 1.500 personas.

Los naufragios ocurrieron durante la Edad de Oro de la Piratería, cuando famosos piratas como Barbanegra y Henry Jennings merodeaban las costas del futuro Estado del Sol.

La Edad de Oro de los Piratas, años signados por las leyendas

Desde principios de 1900, cuando los amantes de la playa comenzaron a encontrar monedas españolas a lo largo de la costa de Florida, hasta la década de 1950, cuando los buzos se unieron a la búsqueda, los tesoros de la Flota del Tesoro Española vienen siendo objeto de fascinación y misterio.

Ben Costello, presidente de la Sociedad de la Flota de 1715, destaca la importancia de estos descubrimientos para el registro histórico. “Hay mucho escrito sobre el tesoro y lo que se transportaba, pero no sobre las personas. Seguimos presionando para obtener más conocimiento e información. Nuestro mayor objetivo es no dejar que la historia muera.”

 

 

 

El reciente descubrimiento de Penninger y su equipo no solo amplía el mapa de los escombros de los naufragios, sino que también añade nuevas piezas al rompecabezas histórico. “Encontrar estos objetos nos dice que una gran parte de los restos llegó allí y nadie había estado allí antes,” comentó Gitschlag. “Ayuda a agregar a la historia de cómo estos barcos se desintegraron en ese huracán.”

Para Mike Penninger, los planes de jubilación quedaron atrás. “Es más difícil ir y hacer esto todos los días,” confesó. “Pero cuando encuentras un par de cientos de monedas, cambia tu mentalidad. Así que definitivamente sé que haremos esto nuevamente el próximo año.”

El "tesoro" de Mike Penninger