En un movimiento que ha generado tanto apoyo como controversia, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha anunciado que eliminará la obligación de que las empresas presenten sus resultados financieros de manera trimestral.

Esta decisión responde a una petición directa del presidente Donald Trump, quien argumenta que la medida permitirá a las compañías ahorrar dinero y enfocarse en una gestión más estratégica y a largo plazo.

La propuesta, que aún requiere la aprobación formal de la SEC, ha sido recibida con opiniones divididas en el ámbito financiero.

Desde 1970, la SEC ha exigido la presentación de informes trimestrales con el objetivo de aumentar la transparencia y prevenir colapsos financieros como el de 1929.

Sin embargo, Trump ha manifestado en su red social 'Truth Social' que las empresas deberían informar cada seis meses, no cada tres. Según el mandatario, esta reforma legal reduciría las cargas regulatorias innecesarias y permitiría a los directivos centrarse en la gestión adecuada de sus empresas.

El presidente de la SEC, Paul Atkins, ha indicado que la agencia está priorizando esta propuesta, que busca alinear la gestión empresarial estadounidense con una visión más a largo plazo, similar a la de países como China.

Trump ha señalado que "China tiene una visión a 50 y 100 años sobre la gestión de una empresa, mientras que nosotros gestionamos nuestras empresas trimestralmente", sugiriendo que el cambio podría beneficiar a la economía estadounidense.

La eliminación de los informes trimestrales plantea interrogantes sobre el impacto en la transparencia financiera y la capacidad de los inversores para tomar decisiones informadas.

Mientras algunos analistas ven la medida como un paso hacia la desregulación y la eficiencia, otros advierten sobre los riesgos de reducir la frecuencia de la información financiera. La discusión sobre el equilibrio entre regulación y libertad empresarial continúa, mientras la SEC avanza en la implementación de esta controvertida reforma.