La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue operada de una histerectomía y se encuentra "en buen estado general de salud". La intervención se realizó con éxito en el Sanatorio Otamendi, donde ya cursa con normalidad el periodo post operatorio.

Se trata de una operación programada, que comenzó a las 8 y finalizó pasadas las 10:30. de este jueves. Por el tiempo de recuperación que conlleva, la vicepresidenta no podrá ser parte de la campaña de cara a las elecciones del 14 de noviembre.

La histerectomía es una intervención mediante la cual se extrae el útero y el cuello uterino, y en algunas ocasiones también los ovarios, y las trompas de Falopio. Algunas de las causas que motivan este tipo de prácticas quirúrgicas son la presencia de fibromas, engrosamientos del endometrio, endometriosis, dolores crónicos en cadera o pelvis, o el hallazgo de tejidos malignos, pero en este caso no se dieron a concocer los motivos de la operación.

La operación se realizó por vía laparoscópica, y Kirchner "cursa un post operatorio normal, en buen estado general de salud", confirmó el parte médico del Otamendi, firmado por Marisa Lanfranconi, directora médica de la institución.

A las 6.45 la titular del Senado se presentó en el establecimiento médico y fue recibida por un cirujano especializado en Tocoginecología, quien se encargó de la intervención quirúrgica.

Luego de la cirugía, se espera que Cristina quede internada con una recuperación que puede extenderse de 48 horas a cinco días. El proceso completo de post operatorio dura alrededor de 20 días. Se trata de un regreso a su rutina normal de manera gradual, para que luego de tres semanas, pueda ya reincoporarse de manera oficial a su agenda política. 

El 2 de octubre pasado, la titular de la Cámara Alta visitó el Sanatorio Otamendi como parte de un chequeo programado, y entonces completó unos análisis "habituales", según informaron allegados en ese momento.

La histerctomía realizada es la tercera intervención quirúrgica a la que la exmandataria se somete: en 2012, mientras transcurría su segundo mandato presidencial, se le extirpó la glándula tiroides en el Hospital Universitario Austral, en Pilar, tras un diagnóstico que detectó nódulos y que luego constató que se trataba de "adenomas foliculares".

Un año más tarde se operó en la Fundación Favaloro por un hematoma subdural que había sido localizado entre el cerebro y el cráneo, y la cirugía, llevada a cabo en la Fundación Favaloro, se realizó sin complicaciones en menos de dos horas.

En 2014, su madre, Ofelia Wilhelm, se sometió al mismo procedimiento -una histerectomía- también en el Sanatorio Otamendi.